La flota española estará la próxima semana muy pendiente de Estrasburgo (Francia), porque el pleno del Parlamento Europeo (PE) votará allí el acuerdo entre la Unión Europea (UE) y Marruecos, además de las propuestas para restringir la pesca de arrastre de profundidad en el Atlántico noreste.

La Eurocámara examinará, previsiblemente entre lunes y el martes, el convenio suscrito el pasado mes de julio en Rabat entre europeos y marroquíes, que si se hace realidad ofrecerá 126 licencias a los barcos comunitarios, un centenar para los españoles.

Aunque el PE debatirá varios asuntos pesqueros, el pacto con Marruecos es el que sin duda tiene más peso político, pues su visto bueno es necesario para que entre en vigor.

Además, Marruecos llega al pleno cuando justamente se cumplen dos años del dictamen negativo de la Eurocámara, que provocó la interrupción del pacto anterior y obligó a los barcos españoles, de Andalucía y Canarias, a volver a casa y abandonar ese caladero norteafricano.

En 2011, los eurodiputados determinaron que el acuerdo no respetaba adecuadamente los derechos de las poblaciones del Sahara Occidental.

Para evitar que esa situación se repita, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y su titular, Miguel Arias Cañete, han hecho un intenso despliegue con el fin de convencer a las instituciones de la UE sobre las bondades del acuerdo, con especial atención a los partidos políticos.

La comisión de Pesca de la Eurocámara ya aprobó el convenio la semana pasada, con un dictamen defendido por la española Carmen Fraga (PPE), que obtuvo 13 votos a favor y 8 en contra.

El Gobierno, que ha insistido en que trabajará hasta el final para lograr la ratificación, ve "lógico" y muy factible el respaldo de los eurodiputados, según ha declarado a Efeagro el secretario general de Pesca, Carlos Domínguez.

Domínguez ha explicado que entre los apoyos figuran los de los grupos principales del PE, el Partido Popular Europeo y el Socialdemócrata.

Además de valorar que el acuerdo se esté tramitando en un tiempo "récord", Domínguez ha defendido sus avances en comparación con el convenio anterior, entre otras razones porque tiene en cuenta argumentos que hizo la Eurocámara en 2011.

En concreto, ha apuntado que cuesta un 30 % menos a la UE y ofrece mejores condiciones a su flota, incluye requisitos de "sostenibilidad" e inserta referencias a cláusulas políticas, así como "consideraciones sobre información acerca de los beneficios del protocolo para las poblaciones de toda la costa marroquí".

Una vez ratificado el acuerdo por la Eurocámara, se acaban las discusiones comunitarias y solo quedará una aprobación formal en un Consejo de ministros de la UE (representantes de los Gobiernos) además, por supuesto, del aval final de Marruecos.

Por otro lado, el PE examinará las propuestas para restringir la pesca de arrastre de profundidad en el Atlántico Nordeste.

En este caso, la comisión de Pesca de la Eurocámara rechazó el proyecto de Bruselas para prohibir progresivamente ese tipo de pesca, pero se están presentado enmiendas, de grupos como Los Verdes, encaminadas a variar la dirección de ese voto.

El Gobierno y los armadores españoles rechazan el veto a la pesca de arrastre profundo, por considerar que no tiene base científica y por su impacto socioeconómico.

Por el contrario, ecologistas como Oceana o la DSCC (Deep Sea Conservation Coalition, coalición para la protección de aguas profundas) han defendido las restricciones.

La Asociación de Armadores de Buques de Pesca de Bacalao (Agarba) ha alertado de que una prohibición de esa modalidad haría peligrar los ingresos de unos 382 barcos españoles.

Por otra parte, a medida que se acerca la Navidad cunden las noticias sobre la oferta y expectativas de consumo, que parecen algo más halagüeñas, según fuentes del sector acuícola.

Los armadores de Lepe (Huelva) han advertido de que la ausencia de temporales en otoño aminorará la abundancia de gamba, langostino o cigalas en el Golfo de Cádiz, por lo que será difícil cubrir la demanda y el marisco de allí se venderá caro.