La encarcelada ex primera ministra ucraniana, Yulia Timoshenko, se encuentra muy debilitada, pero se propone continuar la huelga de hambre que declaró el 25 de noviembre en apoyo de las protestas antigubernamentales, afirmó este jueves su abogado.

"Aunque está muy debilitada físicamente, psicológicamente se encuentra en plena forma", afirmó su abogado, Serguéi Vlasenko, a la prensa local.

Timoshenko, que dejó de comer después de que el Gobierno ucraniano anunciara su decisión de no firmar el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea (UE), "ha adelgazado mucho", señaló.

"Se trata de una huelga de hambre muy severa, ya que sólo bebe agua", agregó.

Timoshenko, que ha llamado a la UE a no vincular su situación con la firma del acuerdo con Kiev, fue uno de los líderes de la Revolución Naranja de 2004, en la que la oposición protestaba como ahora contra Víctor Yanukóvich, actual presidente ucraniano.

Los manifestantes opositores, que iniciaron las protestas masivas el pasado 21 de noviembre, han tomado el edificio del Ayuntamiento de Kiev y bloquean parcialmente las sedes del Gobierno, de la Administración Presidencial y de la Rada Suprema (Legislativo).

El jefe del Policía de Kiev, Valeri Mazán, aseguró hoy que los manifestantes tienen un plazo de cinco días para desbloquear la sede del Gobierno, según una resolución judicial.

Mientras, el primer ministro ucraniano, Nikolái Azárov, acusó hoy a "fuerzas extremistas" de la ocupación de edificios públicos en Kiev durante la conferencia ministerial de la OSCE que comenzó hoy en la capital ucraniana.

Azárov agregó que el Ejecutivo "comprende los motivos de las protestas", pero denunció que hay fuerzas políticas que aprovechan el descontento popular para luchar contra las "autoridades legítimas" del país.

En el mismo escenario la UE llamó al Gobierno y a la oposición ucranianas a un "urgente diálogo" para solucionar la crisis.