Las embajadas belgas han sido llamadas a reforzar su seguridad y varios miembros del Gobierno cuentan con protección especial por la extradición a Estados Unidos del tunecino Nizar Trabelsi, condenado por terrorismo tras intentar atentar contra una base militar.

Así lo indican hoy varios diarios belgas, que explican que los servicios de seguridad del país han constatado un aumento de la amenaza y no excluyen posibles actos de venganza.

La protección especial se facilita entre otros al primer ministro, Elio Di Rupo, a los últimos tres ministros de Justicia, a la responsable de Interior y a tres altos magistrados.

El dispositivo de seguridad más importante está dispuesto en torno a la actual ministra de Justicia, Annemie Turtelboom, que el pasado jueves dio luz verde a la extradición de Trabelsi.

El terrorista tunecino fue condenado en 2004 a diez años de prisión por planear un ataque contra la base estadounidense de Kleine Brogel (este de Bélgica) y, tras cumplir condena, permanecía recluido a la espera de que se resolviese su traslado a EEUU.

Trabelsi, que había sido futbolista profesional, fue detenido el 13 de septiembre de 2001, sólo dos días después de los atentados suicidas del 11 de septiembre en EEUU.

Durante el juicio, confesó haber preparado un atentado contra la base militar belga, en la que están desplegadas fuerzas estadounidenses y en la que se supone almacenado armamento nuclear.

También reconoció haber participado en la destrucción de uno de los Budas gigantes de Bamiyan (Afganistán) y haber sido reclutado por Osama bin Laden para cometer un atentado suicida en Europa.

En los últimos años, Trabelsi trató con varios recursos legales de impedir su extradición a EEUU, con el argumento de que podría sufrir un trato inhumano en ese país.

Allí está acusado de conspirar para asesinar a ciudadanos estadounidenses y de intentar utilizar armas de destrucción masiva, entre otros cargos.

Bélgica autorizó su traslado tras recibir garantías de que Trabelsi será juzgado en un tribunal ordinario y de que no se enfrentará a la pena de muerte.