Las tareas de los equipos de rescate italianos continúan hoy para recuperar decenas de cadáveres de inmigrantes fallecidos en el naufragio ocurrido ayer en aguas de la isla de Lampedusa y que se encuentran atrapados entre los restos de la embarcación hundida en la que viajaban.

El ministro del Interior, Angelino Alfano, ofreció hoy un último balance de la tragedia y anunció que ya ha sido posible recuperar 111 cadáveres, pero advirtió de que este número no es definitivo.

Los equipos de buzos y embarcaciones de los servicios de socorro italianos retomaron a primeras horas de la mañana las labores de búsqueda, en esta jornada en la que Italia ha decretado el luto nacional.

Según los testimonios de algunos de los supervivientes, que ascienden a 150 y que aseguraron ser de nacionalidad eritrea y somalí, la embarcación en la que viajaban se incendió y acabó volcando después de que los propios indocumentados encendieran un pequeño fuego a bordo de la barcaza para poder ser localizados.

La tragedia, en la que murieron seis mujeres, dos de ellas embarazadas y tres niños, es la tercera que se registra en pocas semanas y ha vuelto a poner en primer plano los problemas de la inmigración ilegal.

En esta línea se anunciaron asimismo denuncias por omisión de socorro, ante los testimonios que indican que tres pesqueros no prestaron ayuda a la embarcación cuando se encontraba en mar abierto.

En Italia el suceso ha despertado una fuerte conmoción e instituciones y políticos se mostraron consternados por lo sucedido, expresando de forma unánime sus condolencias, a la vez que pidieron que se ponga freno al continuo drama humano que se vive en las costas del sur de Italia.

Alfano manifestó además que espera que la Unión Europea se dé cuenta de que acontecimientos como éste no son un "un drama solo italiano, sino europeo".