Los equipos de emergencia ya han recuperado los cadáveres de al menos 110 personas que viajaban en el barco siniestrado ayer jueves frente a las costas de la isla italiana de Lampedusa con centenares de emigrantes somalíes y eritreos a bordo, según han informado este viernes los medios locales.

Según los servicios de guardacostas, de momento han sido recuperados los cuerpos sin vida de 49 mujeres y cuatro niños. Aparte, decenas de víctimas mortales, posiblemente hasta un centenar, siguen atrapadas en el interior del casco del barco.

El barco se incendió a poca distancia de Lampedusa. Según el diario ''La Repubblica'', los inmigrantes habían encendido una hoguera para indicar su posición, pero las llamas se propagaron rápidamente por la cubierta, en la que se estima que había entre 300 y 500 personas.

De momento han sido rescatadas con vida 155 personas, incluidas seis mujeres y dos niños. Dos mujeres embarazadas han sido trasladadas a Palermo, en Sicilia, y otras tres personas se encuentran ingresadas en la propia isla de Lampedusa.

El Gobierno italiano ha decretado un día de luto nacional para este viernes. El presidente de Italia, Giorgio Napolitano, se ha mostrado afligido por la tragedia y ha instado a la Unión Europea a tomar "decisiones y acciones" sobre el flujo de inmigrantes en las costas italianas.

El líder de la formación ultraderechista Lega Nord, Umberto Bossi, ha aprovechado políticamente la tragedia para afirmar que "la responsabilidad moral" de lo sucedido recae en la ministra de Integración, Cecile Kyenge, cuya política "hipócrita y buenista" de "difusión, sin filtros, de mensajes de acogida" ha causado "más víctimas que una guerra".

En respuesta, la ministra (de origen congoleño y víctima, en el pasado, de comentarios racistas de miembros de este partido) ha declarado que las palabras de Bossi son, "sobre todo, una ofensa a las víctimas y a la conciencia de los ciudadanos italianos".