La creación de Unidades de Gestión Clínica acabará con los hospitales canarios tal y como ahora funcionan para convertirlos en grandes bloques destinados a tratar de forma integral a los pacientes. Se trata de una de las mayores novedades legislativas de la sanidad pública reciente, puesto que reforma la organización convencional de las consultas para agruparlas y que den respuesta de forma más eficaz e inmediata.

Dicho de otra manera, en muy corto espacio de tiempo -en algunos centros como el Hospital Universitario de Canarias ya se están configurando cuatro Unidades de Gestión Clínica- un paciente pasará de ir de consulta en consulta para ser diagnosticado a ir a una sola, en la que todos los especialistas implicados en su dolencia le examinarán de forma integral y conjunta.

En Canarias se trata de una novedad que llega tarde, puesto que funciona desde hace años en comunidades como Cataluña o Andalucía, pero es una medida vista con muy buenos ojos por todo el colectivo sanitario, siempre y cuando el Ministerio de Sanidad aclare algunos "puntos oscuros" sobre la situación laboral en la que se encontrarán los profesionales que trabajen en estas Unidades, que no podrán ser estatutarios.