El músico, intérprete y productor lagunero José Pedro Pérez, un referente y maestro de la percusión en Canarias, falleció el pasado domingo víctima de un tumor cerebral que acabó con su vida, caracterizada por su vitalismo, su camaradería y su buen hacer, cualidades que destacan todos los músicos que tuvieron el privilegio de trabajar junto a él y a los que ha podido acceder este periódico.

Muchos veteranos representantes del mundo de la música en Canarias y jóvenes intérpretes que han tenido la suerte de conocerlo y aprender de su maestría y virtuosismo le despidieron ayer en el sepelio que se celebró en el tanatorio Servisa en La Laguna.

El teclista, pianista y productor lagunero Julio Tejera, que acaba de regresar de la gira Papi Two con Miguel Bosé por América Latina, estaba profundamente afectado por la muerte prematura de su amigo. "Como músico era excepcional y como persona más grande. No tengo palabras, fue un shock inmenso. Estuve toda la noche sin dormir, dando vueltas. Siempre hemos trabajado juntos, he crecido musicalmente con él al lado. Ahora íbamos a grabar un disco con Larry Jean Louis. Es una pérdida terrible".

"Era como un pintor, lo que ponía en la música eran colores. Podía tocar cualquier cosa, no solo en percusión. Era capaz de sacarle sonido a un caldero o a un bidón de petróleo. Todo el mundo contaba con él. Trabajó con casi todos los grupos de aquí. Como persona era más grande que como músico. Callado, con humor, siempre con la sonrisa en la boca. Nunca, lo conocía desde el año 1990, ha habido discusiones con él, ni un problema. Es increíble. Deja un gran legado musical a toda una generación de músicos que aprendimos con él y a la cantidad de percusionistas y baterías que han venido después y han sido sus alumnos".

Rogelio Botanz aseguró que contactó con él en la época de Taller Canario. "En la época en solitario no tanto, porque lo que me interesaba era la percusión canaria. También colaboró en un proyecto con Puntos suspensivos. Era una persona muy amable, estudioso y muy profesional. Me acuerdo que cuando tenía que hacer música cubana se pagaba el viaje a Cuba y estudiaba música cubana en Cuba, y si era brasileña, en Brasil. Era un gran percusionista capaz de abordar lo más sencillo, o lo más tradicional, o lo más complejo con músicos de jazz. Cuando alguien quería hacer algo serio con percusión le llamaba a Pedro. Ha sido maestro y modelo para la gente joven que ha venido después, además de una persona sencilla, siempre con una sonrisa".

Por su parte, Andrés Molina, confesó que se ha ido un gran amigo. "Un músico genial e imprescindible en la historia y en el presente de la música de Canarias. Es una persona que ha asentado muchas bases para la gente que está trabajando ahora. Ha sido fundamental".

"Destacaría la versatilidad y la creatividad, además de armarte en una creación un cuerpo de percusión con cacharros de cualquier tipo. Se le ocurrió hacer trabajos de percusión con un coche, con latas de aceite, o recuerdo cuando me grabó un tema con el guardabarros de una bicicleta. Era un músico genial y una persona muy vitalista, optimista y muy cariñosa. No le importaba que le robaran lo que aportaba, pasaba un kilo de eso. Él seguía adelante con su trabajo".

Para el periodista y músico Rubén Díaz, José Pedro era "el percusionista insignia de Canarias, el todoterreno, Como músico era magistral y como persona impecable. Muy buena gente. Debe de estar presente en más de doscientos discos. Se lo rifaban en todas las grabaciones. Era el más versátil que había en las Islas, lo mismo jazz, salsa..., cualquier cosa de percusión. José Pedro era el maestro, nunca fue conflictivo, sino afable, discreto. Hemos perdido una joya como músico y como persona".

El batería Alfredo Llanos conocía a José Pedro desde hace 25 años. "Comenzamos casi juntos, con Jazz Borondón. Era muy vital, siempre con nuevos proyectos. Tanto a nivel de intérprete como docente es un referente de los percusionistas canarios. Ha tocado todos los palos y como productor también. Estaba dando clases en una academia particular y constituyó la Asociación de Percusionistas Canarios, que se llama Golpe a golpe. Vivía para la música y no se conformaba con tocar con un grupo y hacer una gira, sino que siempre tenía proyectos para hacer cosas nuevas. Destacaría de él su vitalidad, profesionalidad, compañerismo, nobleza y humildad".

Abanico de estilos

El espíritu emprendedor del percusionista tinerfeño José Pedro Pérez fue una de las características que lo definieron como músico, al que gustaba experimentar y descubrir nuevos sonidos. Esas ansias lo llevaron a estudiar desde las tradiciones musicales afrocubanas o brasileñas, hasta los sonidos vinculados con el flamenco o el jazz. También destacó como un docente que supo enseñar a sus alumnos las claves de la percusión, en la que él fue un genio que sonó en eventos como Womad, Son Latino, Festival de Jazz de Canarias, Jazz-Atlántico, Festival de Jazz de Lugo, Festival de Jazz de Gerona o el Festival Ceutí.

Colaboraciones

José Pedro Pérez también destacó por su amplia lista de colaboraciones. Trabajó, tocó o grabó con Borondón, Greg Lyons, Taller Canario, Almargen, Los Sabandeños, Mestisay, Taburiente, Luis Pastor, Benito Cabrera, Arístides Moreno, Gato Gótico, Añoranza, Ismaila Sane, Fabiola Socas, Mari Carmen Mulet, Enrique Guimerá, Zigurath, Kike Perdomo, Polo Ortí, Pedro Guerra, Carlos Varela, Rosana, Andrés Molina, Carles Santos o la Sinfónica de Tenerife, entre otros.