Un perro de raza potencialmente peligrosa atacó hace unos días a una niña de 11 años en el ámbito del parque de La Gallega, en Santa Cruz, una cuestión que supuso una sanción administrativa al dueño del can debido a que no se quiso interponer una denuncia por parte de la familia del menor.

Los hechos sucedieron hace unos días cuando la Policía Local de Santa Cruz fue requerida por parte de los vecinos tras constatar que un perro que estaba tutelado por un hombre había mordido a la menor en un hombro. Una vez personados en el lugar, se tomó la determinación de llamar a una ambulancia para asistir a la menor, comprobándose que se trataba de una herida leve y por ello fue trasladada a un centro de salud.

Lo cierto es que la persona que había llevado al perro al lugar se había ido nada más suceder los hechos sin llegar a socorrer en ningún momento a la víctima, tal y como confirmaron en el lugar vecinos y usuarios del parque.

Durante la asistencia, la Policía recoge el testimonio de un hombre de 29 años de edad que confirmó que también fue víctima de las fauces del animal presentando una leve lesión en uno de los gemelos de sus piernas. No requirió asistencia médica y no quiso polemizar y evitó presentar una denuncia por los hechos.

La Policía Local desplazados al parque de La Gallega inició la investigación para conocer el domicilio del dueño del perro, pudiéndose identificar finalmente. En este sentido, una mujer reconoció que su marido había sacado a pasear al perro que era propiedad de su hijo y que fue el marido el que fue increpado.

Tal revuelo se montó que los un grupo de vecinos y usuarios del parque empezaron a increpar fuertemente a la mujer, por lo que los agentes de la Policía Local, temiendo por su seguridad, la tuvo que escoltar hasta su casa para evitar males mayores.

Con posterioridad los números de la Policía capitalina levantaron un acta sancionadora porque ninguno de los afectados quiso presentar una denuncia sobre los hechos acaecidos en este rincón del Distrito Suroeste.