Ni un prohibido el paso traducido a tres idiomas, ni las señales de peligro por desprendimientos, ni las advertencias del riesgo inminente de derrumbe de la escalera de acceso a la playa de Los Patos, ni el bando de la Alcaldía de La Orotava, ni las vallas instaladas para tratar de impedir el paso. Nada frenó ayer a los bañistas que, a pesar de las prohibiciones y advertencias del riesgo para su seguridad, decidieron bajar a disfrutar de la playa de Los Patos.

Operarios enviados por el Ayuntamiento de La Orotava concluían ayer la colocación de carteles y vallas junto a la escalera en mal estado. Y mientras terminaban su trabajo, EL DÍA pudo escuchar un presagio que probablemente se cumpla: "Tardamos nosotros más en poner todo esto, que ellos en quitarlo".

Mientras trabajaban, numerosas bañistas pasaban a su lado y, sin pararse a leer los carteles, apartaban la valla y se aventuraban a utilizar la escalera de acceso a la playa. Una antigua construcción reformada en 2010 que, según informes técnicos, amenaza con venirse abajo.

El Ayuntamiento villero ha cumplido con su obligación de informar del peligro existente y de tratar de impedir el acceso. Sin embargo, salvo que se ponga vigilancia policial las 24 horas del día, muchos bañistas van a seguir utilizando la escalera. Un rato junto a la cala basta para comprobar que tampoco se cumple la prohibición de acampar ni la de llevar perros.

Varios usuarios consultados ayer por EL DÍA apelaron a su derecho a acceder a la cala bajo su responsabilidad.