Especialistas del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria han alertado de que el cambio horario puede generar en algunos sectores de la población cansancio, malestar general, somnolencia e incluso alteraciones en el estado de ánimo.

Los expertos del servicio de Neurofisiología de este hospital han indicado en un comunicado de prensa que estas alteraciones se superan en un corto espacio de tiempo de entre tres y siete días y solo si estas persisten es recomendable acudir al médico por si estos síntomas se debiesen a otra causa. El paso del horario de invierno al de verano altera a la fabricación y secreción de hormonas vinculadas con los ciclos de vigilia y sueño, como el cortisol y la melatonina, lo que hace que se produzca una desincronización de los ritmos internos con los ambientales.

Según los expertos, el comienzo de la secreción de melatonina se produce al caer la tarde, aproximadamente a las 19:00 horas y su máxima producción se registra entre las 02:00 y las 06:00 de la mañana. La neurofisióloga en la Unidad del Sueño del HUNSC, Soledad Mañas, asegura que es habitual que algunas personas tengan, debido al cambio horario, fatiga, cansancio, algún trastorno digestivo e incluso un menor rendimiento.

"Puede afectar a pacientes con patologías neurológicas o que toman medicación y también a personas mayores, ya que su mecanismo de adaptación es más lento", manifestó la doctora. Para reducir el efecto del cambio de hora, la especialista destacó que existen tratamientos que implican el uso de cronobióticos, capaces de acelerar la sincronización del sistema circadiano con el ambiente y nuevo horario, entre los que se encuentran la fototerapia y la melatonina. No obstante, la dieta y el ejercicio también son factores importantes que sirven para corregir estas molestias.