El heredero del Gran Ducado de Luxemburgo, el príncipe Guillermo de Nassau y Borbón de Parma, contrae hoy matrimonio religioso con la condesa belga Stéphanie de Lannoy en la catedral de Nôtre-Dame, en una ceremonia a la que acudirán miembros de las casas reales europeas.

Guillermo y Stéphanie ya son marido y mujer después de su enlace civil, celebrado este viernes, en el Ayuntamiento de Luxemburgo.

Stéphanie luce, además de la alianza de prometida en la mano izquierda, el anillo de compromiso de su madre en la derecha, en recuerdo de ésta, fallecida hace tan solo unos meses.

Aunque todavía es un misterio el vestido y la tiara que Stéphanie llevará en la ceremonia religiosa, la novia eligió para el enlace civil un sencillo vestido en tono crudo con una chaqueta a juego ribeteada y una minicartera.

A la boda religiosa del Gran Duque heredero de Luxemburgo asistirán en representación de la familia real española los príncipes de Asturias, don Felipe y doña Letizia.

Igualmente serán objetivo de los fotógrafos invitadas regias como la reina Rania de Jordania y las princesas Charlene de Mónaco, Marie de Dinamarca, Mette-Marit de Noruega o Máxima de Holanda.

Sin embargo, en esta ocasión estarán ausentes los duques de Cambridge, Guillermo y Catalina.

En la plaza Guillermo II de la capital se ha instalado ya una pantalla gigante para que los compatriotas puedan seguir en directo la ceremonia (prevista para las 09:00 GMT).

Tras la boda, los novios aparecerán en el balcón de palacio para saludar a los conciudadanos antes de asistir a la recepción que ofrecerán a sus invitados de casas reales, autoridades y amigos.

Los luxemburgueses podrán disfrutar por la tarde de una serie de conciertos y fuegos artificiales, regalo de la pareja a los vecinos de la capital.

Una jornada otoñal con intervalos de sol y nubes y una temperatura media de 15 grados centígrados será, desde el punto de vista meteorológico, el marco en el que se desarrollará este sábado la ceremonia.