Los siete acusados de sendos delitos contra la integridad moral en el juicio que se sigue por la muerte del menor de 16 años Philipp García Zoch en el centro de medidas judiciales de Nivaria negaron ayer que tanto ellos como sus compañeros agredieran física o psicológicamente al adolescente. Los seis empleados como jefes o vigilantes de la empresa de seguridad afirmaron ante la Sección V de la Audiencia Provincial que no protagonizaron vejaciones contra el mencionado chico, así como que nunca oyeron ni vieron nada al respecto. E implicaron directamente en los insultos, amenazas y agresiones que sufrió Philipp a otros internos, en lo que definieron como una conducta rutinaria, por la que ni siquiera abrían partes de incidencia.

Tan solo la única mujer procesada, una responsable de educadores, aseguró que la noche antes de que apareciera muerto Philipp, a las 20:30 horas, un vigilante le gritó insultos y amenazas durante un enfrentamiento que calificó de puntual. Además, matizó que, posteriormente, ella misma le llamó la atención al vigilante y puso los hechos en conocimiento de uno de los jefes de equipo, que también está acusado en el proceso. La responsable de educadores comentó que, tras su intercesión, el citado vigilante le pidió disculpas al menor y todo volvió a la normalidad.

Respecto a dicho trabajador de la empresa de seguridad, uno de los denunciados para los que se piden más años de prisión por la Fiscalía y la acusación particular, aseguró que se llevaba bien con el fallecido e insistió en que nunca agredió al menor ni le puso el pie sobre la cabeza ni facilitó el acceso de otros menores a la celda para que golpearan a Philipp.

Dos procesados, un vigilante y la educadora dijeron que el adolescente llegó a manifestarles que se sentía solo e, incluso, desatendido por su familia días antes de que supuestamente se suicidara.