Frases como "lo de los arbitrajes es de locos" o "cuando lo vea por la tele pensará que la lió buena", fueron pronunciadas por futbolistas del Tenerife al término del partido de ayer ante el Leganés. El sentir general fue de indignación por el penalti que señaló Pino Blanco en el área visitante y el que no vio luego en el campo local.

El lateral Raúl Llorente tenía motivos de sobra para sentirse disgustado, ya que además fue expulsado por protestar. "Él se irá para su casa a comer con su familia y nosotros volvemos jodidos a Tenerife", declaró el defensa madrileño. "Te quedas con cara de tonto cuando una persona ajena al equipo te perjudica después de tantas horas de trabajo, de viajes y demás", agregó convencido de que Pino Blanco "verá el partido por la tele y pensará que la lió buena, pero como después nadie le dirá nada...". Llorente confesó que las quejas que le costaron la doble tarjeta amarilla se debieron a su convencimiento de que Yeray no había tocado el balón con el brazo en la jugada del penalti. "Yo fui quien despejé el balón y le golpeó en el pecho, no en la mano".

Por último, Llorente lamentó que "no es la primera vez que le pasa algo así al Tenerife, así que habrá que acostumbrarse".

Yeray.- El protagonista de la jugada que derivó en el gol del empate del Leganés confirmó la versión de Raúl Llorente. "No fue penalti. La pelota me dio en el pecho", garantizó el canterano. Es más, contó que trató de demostrarle al árbitro, sin éxito, que el balón no le había tocado en el brazo. "Incluso le enseñé la marca que me había dejado la pelota y él me dijo que tenía un lunar". Yeray sacó la conclusión de que "no se puede hacer nada" ante estas adversidades. "Un árbitro se puede equivocar, pero después hay cosas extrañas que duelen", manifestó.

Luismi Loro.- El autor del gol del Tenerife no ocultó su enfado. "Lo de los arbitrajes es una cosa de locos. Lo tuvo muy fácil para pitar el penalti en nuestra área y no hizo lo mismo en la jugada siguiente en la del Leganés. Pero no es solo eso, también está el tema de las tarjetas. Nos hinchó. Habrá que luchar contra esto también".

Ros, Moyano, Bruno...- "Los árbitros aciertan y se equivocan, pero no puede ser siempre en nuestra contra", opinó Íñigo Ros. Entretanto, Moyano admitió que en el equipo que ayer vistió de rosa acabaron "muy enfadados", porque el empate llegó "en una acción que no fue penalti y hubo una mano clara en el área local".

Por su parte, el canterano Bruno intentó contenerse en sus declaraciones. "Prefiero no decir lo que siento", reconoció. "En la jugada del penalti el balón le dio a Yeray en el pecho. En cambio, poco después hubo una mano clara en el área del Leganés y el árbitro no señaló nada", comentó el defensa.