Álvaro Cervera se marchó de Butarque con "muy malas sensaciones" y "contrariado" porque el mal estado del terreno de juego impidió que el Tenerife pudiera desarrollar su juego y, sobre todo, por el arbitraje de Pino Blanco. Si hace dos viernes, antes del encuentro con el Caudal, el técnico confesó que había detectado "cosas raras" en los arbitrajes de los partidos del Tenerife, lo que ocurrió ayer terminó por colmar su paciencia.

En su primera respuesta aclaró que no es amigo de buscar justificaciones cuando sus equipos no ganan, pero no pudo evitar referirse a las decisiones del colegiado andaluz. Cervera recordó que el conjunto insular fue castigado con siete tarjetas amarillas y con una roja, mientras que el Leganés fue amonestado dos veces. "Estoy acostumbrado a arbitrajes mucho mejores, con equivocaciones, pero no a esto. No puede ser que todo lo que pase, sea siempre en contra del Tenerife", declaró antes de centrarse en la acción que más le dolió, la del penalti cometido por Yeray. "No está en ningún reglamento que un jugador despeje la pelota y le dé en el pecho, en la mano o en la parte que sea de un compañero y sea penalti", advirtió Álvaro, quien, en cambio, se mostró comprensivo con Pino Blanco por no resolver de la misma manera una acción similar en el área local unos minutos más tarde. "No vería esa mano y ya está", agregó el técnico.

Cervera recordó que lleva 30 años como profesional del fútbol y que nunca habló mal de los árbitros, pero su experiencia en el Tenerife lo está superando. "En dos partidos fuera de casa nos han pitado dos libres indirectos en el área y dos penaltis, nos han expulsado a dos jugadores... Será que lo cometemos, pero desde fuera lo veo de otra manera", aseguró.

La segunda de esas expulsiones, la de ayer de Llorente, fue merecida, según el entrenador. "Puede que Raúl estuviera enfadado, pero no puede hacer eso en el campo, fue una equivocación", indicó censurando las reiteradas protestas del lateral izquierdo.

Por otra parte, opinó que el partido fue "malísimo" por culpa de que el campo estaba "verdaderamente mal", circunstancia que "condicionó" el juego del Tenerife. "La pelota botaba mal y tuvimos que amoldarnos; trabajamos y corrimos, pero nos empataron de penalti y eso me cabrea".

Al respecto, aclaró que el Tenerife intentará "ser el dueño" de los partidos cuando "las condiciones" le vengan bien. "Si no es así, será un equipo que quiera ganar, pero de otra manera, con un juego menos vistoso, más directo, buscando que Aridane peine los balones y demás", apuntó.

En definitiva, Álvaro no calificó como justo el resultado. "El rival hizo méritos con su empuje para marcar, pero no lo considero justo. Mi portero no hizo ni una parada", afirmó.