Alejandro Sanz ultima estos días en Madrid el monumental espectáculo que llegará a España en mayo o junio de 2013 y que estrenará en octubre próximo en México, en paralelo con el lanzamiento de su álbum "La música no se toca", que nació con la intención de componer un álbum "de pop rock sinfónico monumental".

"Hay una canción que creo que es un homenaje al Sgt. Peppers de The Beatles y también hay una parte como del Bohemian Rhapsody de Queen, pero no fue algo que planeara", dice en un ensayo general ante periodistas el cantante, que dice haber echado mano en el noveno trabajo de estudio de su carrera de "arreglos clásicos y sonidos de los 80 traídos al siglo XXI".

Se trata, añade, "de la sucesión lógica" a sus últimos discos y la plasmación más directa de otra faceta de su cultura musical, que se forjó en su infancia a base de flamenco y rock, "rock duro además", puntualiza.

Aquí el flamenco lo ha restringido a su voz para alumbrar un espectáculo de innegable sabor roquero, especialmente su arranque, con hasta cinco de los once músicos que se subirán al escenario -Sanz incluido- rasgando cuerdas ante una efectista escenografía de Luis Pastor, que ya ha trabajado anteriormente con Sanz, Miguel Bosé o Maná.

El resultado, opina, es la "la gira más espectacular" que ha hecho hasta el momento, una cuestión que no depende de tamaños. "Ha habido veces en que nos hemos gastado más dinero en un escenario más grande y no lo hemos sabido usar", dice Sanz sobre su última propuesta, "más recogida" pero también más apabullante.

Los primeros en disfrutarla serán los mexicanos, a los que acompañó recientemente en su incursión televisiva como jurado del concurso de talentos vocales llamado "La Voz".

"México me dio muchas alegrías el último año y me sentí muy a gusto allí", señala el cantante madrileño sobre la decisión de ofrecer sus primeros conciertos en México DF (12 de octubre), Cancún (día 15), Mérida (16), Monterrey (19 y 20) y Guadalajara (24 y 26).

Confirma que ya tiene planes para España, donde llegará "a partir de mayo o junio" de 2013, con la idea de empezar en "un sitio bonito y cerradito" cuya localización aún no puede anunciar. "Ahora es cuando más me apetece tocar en España, no quiero que la gente esté todo el día pensando en la prima de riesgo", dice el cantante ante las continuas malas noticias económicas, incluida la subida del IVA del 8 al 21 por ciento en la música en vivo.