La reforma que prepara el Ministerio de Educación exigirá "flexibilidad" para redistribuir al profesorado, ya que las asignaturas básicas, como lengua y matemáticas, tendrán más horas de clase y necesitarán más docentes y las optativas serán menos, tendrán menos carga lectiva y requerirán menos enseñantes.

Esto no impedirá que la ratio de alumnos por profesor actual siga siendo similar, "muy baja" en la comparación internacional, según comentó ayer la secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomedio, en la presentación del informe de la OCDE Panorama de la Educación 2012.

Preguntada por las protestas de sindicatos y familias en este comienzo de curso, denunció como una "irresponsabilidad" lanzar mensajes que sólo aumentan la incertidumbre.

"Decir que la educación en España no dispone de recursos suficientes o de muchos menos que otros países que tienen mejores rendimientos de los estudiantes o que tenemos unas aulas masificadas son simplemente", enfatizó, "distorsiones de la realidad".

Reconoció que son tiempos duros para muchas familias y respetó el derecho a discrepar de los "ajustes" presupuestarios y de las medidas de la propuesta de reforma educativa, que se dirige, reafirmó, a mejorar la calidad.

Por eso, apeló a que las opiniones se basen en datos objetivos e independientes, como los del informe citado, según dijo.

Este documento asegura que el gasto público por alumno en España es de media un 21% mayor que la media de la OCDE y la UE, pero con resultados académicos en las evaluaciones internacionales muy pobres, "lo que no nos podemos permitir", según Gomedio; o que la ratio de alumno por profesor es muy inferior a la de otros países.