Unas cinco mil personas, familiares de víctimas de la dictadura, se reunieron esta noche en el frontis del Estadio Nacional y en Villa Grimaldi, para encender miles de velas con las que recordaron a sus muertos, en el marco del 39 aniversario del golpe militar.

El mayor recinto deportivo de Chile fue un centro de detención en los primeros meses después del golpe militar del 11 de septiembre de 1973, donde decenas de detenidos murieron a causa de las torturas o fusilados.

Familias enteras acompañados de muchos niños fueron encendiendo los cirios al lado del enrejado que protege el recinto donde dejaron también recuerdos de las personas que murieron allí.

En Villa Grimaldi, conocido actualmente como Parque por la Paz, donde se calcula que unas 4.500 personas pasaron por este centro de tortura, situado a los pies de la cordillera en Santiago, y de ellos 234 desaparecieron, familiares y amigos encendieron cientos de velas.

La ex presidenta Michelle Bachelet y su madre Ángela Jeria fueron dos de las personas que consiguieron salir con vida de allí, aunque recién en la escalinata del avión que las llevó al exilio supieron que habían estado recluida en el mismo centro de tortura.

En tanto, personal del Grupo de Operaciones Especiales (GOPE) de Carabineros logró desactivar una bomba instalada al interior del tercer confesionario de la Catedral Metropolitana de Santiago.

Los sacerdotes encontraron un bidón con 5 litros de combustible más clorato de potasio con un iniciador de tiempo eléctrico, conectado a una batería y una bombilla con filamentos al aire para activar el explosivo.

Por su parte, el jefe de la zona metropolitana de Carabineros, general Luis Valdés dijo a los periodistas que había barricadas en el municipio capitalino de La Florida y en Villa Francia, situada a unas 25 manzanas del centro de la capital chilena.

Valdés, señaló que en las refriegas se escucharon muchos disparos y explosiones.

Precisó que la policía debió utilizar en algunos lugares vehículos blindados "debido a la gran cantidad de disparos", que dejaron un carabinero herido y un civil.

En varias otras zonas periféricas de Santiago, encapuchados destruyeron semáforos y prendieron fuego a un microbús de la locomoción colectiva y se enfrentaron a la policía, aunque no se ha informado de detenidos.

En otras ciudades también los familiares de las víctimas de la dictadura han hecho diversos actos para conmemorar este aniversario.

Entre 1973 y 1990 más de 3.000 personas murieron, de las que un millar siguen desaparecidas, y otras 38.000 fueron torturadas o sufrieron prisión política, según los registros oficiales.