La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha dicho hoy que la decisión sobre la petición de ayuda al fondo de rescate europeo debe analizarse con calma y prudencia, y no puede tomarse "ni a bote pronto ni de la noche a la mañana".

En rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta ha dicho que "cosas tan importantes para el interés general y el futuro de los españoles" deben analizarse con mucha calma y prudencia.

"Es el momento de que todos seamos muy prudentes", ha dicho la vicepresidenta, que ha añadido que cuando se toman decisiones que afectan en los próximos años al futuro de 45 millones de españoles "se tienen que tener todos los elemento de juicio sobre la mesa".

Ha subrayado que de momento sólo se conoce que el Banco Central Europeo (BCE) podrán en marcha de un programa de compra de deuda soberana, pero ha insistido varias veces en que "no hay ninguna especificación sobre su condicionalidad".

Al respecto, ha explicado que el Gobierno espera que la próxima semana se tenga un "conocimiento certero" de todos los detalles que implica el programa de compra de deuda del BCE durante las reuniones de los próximos 14 y 15 de septiembre del Eurogrupo y el Ecofin.

Preguntada por si es positivo que el BCE haya supeditado la compra de deuda a que España pida el rescate, la vicepresidenta ha dicho que lo positivo es que las instituciones europeas y los países miembros del euro estén trabajando por la irreversibilidad de la moneda única.

En su opinión, el BCE "apuntaló" ayer esa irreversibilidad al actuar como autoridad monetaria en defensa del euro, lo que considera que ha repercutido de manera muy favorable en los mercados relajando la prima de riesgo y dando empuje a la bolsa.

Eso ha puesto de manifiesto, según ha dicho, que parte de los costes de financiación de la deuda española derivaban de la incertidumbre y de la falta de confianza.