MANTENER el pleito insular en la gaveta nos ha costado carísimo. Carísimo a Tenerife, que sigue a la cola. Un periplo "canario conoce tu tierra" dejará pasmado al sufrido tinerfeño (habitual de los atascos), que se maravillará con el túnel de El Hierro, los viaductos de La Palma, la circunvalación de Las Palmas o los túneles a Mogán. Desde hace años, puentes, túneles, carreteras, hospitales, aeropuertos, ampliaciones portuarias..., salvo el tranvía, oiga, aunque no es inversión autonómica, que conste. En la búsqueda del equilibrio, Tenerife relegada a después, a este después de ahora en el que ya no hay dinero.

No hablar del pleito insular y comprar el silencio. Convencido de que no hay mejor opción política en la isla redonda que votar por CC. Y quizás la falta de cohesión de los partidos nacionales en la provincia occidental esté orquestada desde Vegueta, que en Las Palmas tienen claro que en política y en el amor vale todo. El poder para Tenerife y los dineros para las islas que la sostienen en él; o no, disculpe, que un territorio no tiene la capacidad de gobernar, sino las personas, y Rivero les viene al pelo, dócil y trabajador, igual que los anteriores.

Tenerife no se mueve porque no se mueve ni se ha movido nunca. Aquí se impone el "no lo toques para que no se joda", con perdón, y así, cuando los cambios (o los abusos) suceden, ya es demasiado tarde. Dictadura del "no a todo". Aquí nos dedicamos al regate en corto, al "qué hay de lo mío" y a la "piña asada, piña mamada". Y la política, excelentísimas, no admite ni el corto plazo ni la protección de los intereses particulares ni la cesión a beneficio de inventario; la política va del futuro, de anticipar, de tomar decisiones cuya repercusión veremos, en su caso, dentro de veinte años. No sé si usted se acuerda de quiénes porfiaban en contra de peatonalizar el casco lagunero...

Y vaya sorpresa. La Red de Transporte Transeuropea nos desvela la realidad de un puerto moribundo, con tránsitos de y para La Luz y Las Palmas. El puerto, ay, el puerto. Cómo va a operar sin superficie, con el Dique del Este en obras y la miniexplanada de la dársena de Los Llanos colapsada, encajonada. La apuesta por Granadilla -¿otra maniobra del Sanedrín?-, a medio plazo, ¿qué expectativa sin clientes? Lloremos desconsolados porque dicen que enfrente no jugaban limpio, que bajaban las tasas y que las pérdidas se cubrían con dinero público en un ardid de libre competencia subvencionada. Inocentes chicharreros.

Ducha fría. Estupenda para adquirir conciencia y escarmentar. Y no me vale que estos mismos me pidan apoyo, responsables por complicidad o inacción, que se vayan a tomar Fanta. Liberada, Tenerife encontrará camino.

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