La asociación de fabricantes de iluminación, Anfalum, reclama "condiciones de igualdad" en la transición hacia las lámparas eficientes, para que los productores de bombillas de baja calidad, sobre todo chinos, no "aprovechen" el prestigio de las firmas tradicionales.

La Comisión Europea prohibirá la fabricación de bombillas incandescentes en la Unión Europea (UE) a partir del próximo 1 de septiembre, un cambio de negocio que "ha costado mucho dinero" a los productores y que ha provocado una "crisis de mercado", según ha señalado el director general de Anfalum, Alfredo Berges.

Berges explica que el sector esperaba que la transición de unas lámparas a otras fuera una "mera sustitución", pero que una serie de productores hasta entonces desconocidos, principalmente procedentes de China, "han aprovechado la directiva europea para introducir productos de menor calidad".

En opinión de la patronal, esto constituye un "engaño" para el consumidor, porque los productos de "mala calidad" pueden no cumplir con las expectativas de intensidad y duración asociadas a la iluminación eficiente.

Berges insiste en que las lámparas eficientes tienen "una vida útil muy larga", de unas 40.000 horas, y que los fabricantes chinos "entran y salen del mercado" constantemente, de manera que no les afecta el posible desprestigio de sus propios productos.

De esta manera, "se demoniza el producto que no cumple las expectativas" y son las empresas que quedan en el mercado las que tienen que recuperar la confianza de los clientes, algo que, en una primera fase, solo puede hacerse con bajadas de precios y reducción del beneficio de las compañías.

En la transición hacia la iluminación eficiente, los fabricantes tradicionales han llevado a cabo una "autorregulación" para adelantarse a los plazos, que exigían dejar de producir lámparas de más de 100 vatios a partir de 2009, de 75 vatios en 2010, 60 vatios en 2011 y de 40 vatios o menos a partir de septiembre de 2012.

Así, Anfalum cree ya se han retirado del mercado la mayor parte de las lámparas incandescentes -que pueden continuar a la venta hasta que se agoten las existencias-, aunque no se atreve a precisar cuánto tardarán en desaparecer completamente debido a la "escasa vigilancia" que hay en su comercialización.

En ese sentido, el presidente de la Federación Española de Asociaciones de Ferretería (Fedafe), Enrique Gil, asegura que la mayoría de las ferreterías han retirado ya todas las bombillas incandescentes, como resultado de un proceso de concienciación iniciado hace años.

Añade que "el consumidor es cada vez más exigente" y prefiere lámparas más eficientes, al tiempo que apunta que hay una demanda creciente de bombillas led, a pesar de que "todavía son caras".

La Comisión Europea, impulsora del programa, defiende que las lámparas eficientes consumen aproximadamente cinco veces menos que las normales, de manera que su sustitución puede suponer un ahorro de entre el 10 y el 15 % de la demanda de electricidad de los hogares.

Así, el uso de bombillas incandescentes mejoradas, fluorescentes de bajo consumo y led permitirán reducir el consumo eléctrico en 40.000 millones de kilovatios hora (kWh) al año en la Unión Europea, el equivalente a la demanda de Rumanía.

El programa de fomento de la eficiencia energética puesto en marcha por la Comisión Europea afecta también a otros productos, como sistemas de calefacción y refrigeración, motores eléctricos, equipamientos de oficina o consumibles electrónicos.