El Sindicato Unificado de Policía (SUP) ha sugerido hoy la conveniencia de revisar las pruebas se hicieron a los restos óseos encontrados en un pozo de Jinámar (Gran Canaria) en marzo de 2010 y que en su día se investigaron para saber si estaban relacionados o no con las desapariciones de Yeremi Vargas y Sara Morales.

Las pruebas realizadas a esos huesos, hallados mientras se buscaba a Sara Morales, determinaron que no se trataba de restos humanos, por lo que se descartó su conexión con las desapariciones de la joven de Las Palmas de Gran Canaria y del niño de Vecindario.

Sin embargo, el SUP se pregunta hoy, "visto el error" cometido en el caso de la desaparición de los niños Ruth y José en Córdoba, si no sería necesario "revisar todos los restos óseos encontrados (en otras investigaciones) y que hayan sido descartados por cualquier servicio de policía científica de cualquier policía española o Instituto Forense, que aún estén localizados", y analizar de nuevo las pruebas periciales practicadas.

Y, a renglón seguido, recuerda los casos de Sara Morales y Yeremi Vargas y los análisis que se hicieron a los restos de Jinámar.

Revisar esos estudios, argumenta el sindicato mayoritario en el Cuerpo Nacional de Policía, daría "tranquilidad a las familias de estas y otras personas desaparecidas y, puesto que cabe suponer que la mayoría de peritajes hayan sido acertados, y transmitiría confianza en las fuerzas de seguridad".

El SUP se declara partidario de revisar las prácticas operativas y los protocolos de las investigaciones policiales con el objetivo de evitar errores como el cometido en el caso de los niños de Córdoba.

El sindicato policial mayoritario en el cuerpo se muestra muy crítico con la carencia de protocolos de actuación policiales un día después de conocerse que dos informes antropológicos hayan dado un vuelco a la investigación al identificar restos de niños y no animales, como en un principio determinó la Policía Científica, en una hoguera.

"No vale que se diga ahora que un antropóloga forense dictaminó por error que los restos óseos hallados eran de animales y no seres humanos", ha subrayado el SUP, que considera "imprescindible" una revisión de las prácticas policiales.

En este sentido defiende que debería haber protocolos que garanticen que el primer informe es revisado por una segunda persona y ratificado por un superior.

El SUP considera lo ocurrido en el caso de los niños "un fallo de sistema de funcionamiento del conjunto de la Policía, de ausencia o incumplimiento de protocolos rigurosos que no es admisible en un país desarrollado".