OTRA ENCRUCIJADA vital para el puerto de Santa Cruz de Tenerife, y por extensión para toda la Isla. La inclusión o no de nuestras instalaciones en el plan europeo de transportes pasa por ser en estos momentos un tema crucial para nuestra sociedad. La Isla se juega muchísimo en este envite, aunque por momentos, ante la pasividad meridiana de nuestra sociedad, pueda parecer que se trata de un asunto menor más. Hace diez años no hicimos la tarea que nos tocaba y ahora lo estamos pagando. Si no reaccionamos ya, la herida de la próxima década será mucho más profunda.

Quedarse fuera de la Red Transeuropea de Transporte es quedarse fuera de buena parte de las posibilidades de futuro que ofrece la Unión Europea para el desarrollo de nuestro territorio. Porque no hay que olvidar que las instalaciones de nuestro puerto principal son uno de los pulmones económicos de la Isla, y de su sustento económico depende buena parte de nuestra salud económica.

La estrategia de la UE para el periodo 2014-2020 recoge los espacios físicos más importantes donde se van a posicionar esas inversiones de la red del transporte, que se estima en unos 200.000 millones de euros. Ahí es nada. Y Tenerife se ha quedado fuera de los elegidos, entendemos que en buena medida por una falta de actitud por parte de nuestros dirigentes, que una vez más han dejado pasar la oportunidad sin un posicionamiento claro y contundente al respecto. El puerto de La Luz, en Gran Canaria, sí está entre los designados a beneficiarse de esos fondos para el desarrollo.

Con faltas como esta estamos dejando morir el puerto de Santa Cruz de Tenerife, y por ello desde el colectivo de estibadores pedimos una reacción inmediata por parte de los agentes sociales con responsabilidad, sobre todo de la parte política, pero también de la ciudadanía en su conjunto, porque no hay que olvidar que lo portuario es un elemento estratégico para toda la sociedad global, desde empresas y colectivos, pasando por instituciones y ciudadanos. Nosotros, los estibadores, llevaremos nuestro malestar y protesta hasta donde haga falta. Es nuestro objetivo irrenunciable, y debe ser el de toda la sociedad tinerfeña.

Mención aparte se merece el presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Luis Ibarra, que no tardó más de veinticuatro horas en negar la posibilidad de que Tenerife y Gran Canaria se beneficien de manera conjunta de los fondos europeos, tal y como propuso en pleno el Cabildo de Tenerife. Su postura contraria nos parece de una gravedad inadmisible, de una visión muy corta que perjudica a un importante sector de la comunidad canaria. Por eso instamos al Gobierno regional a que medie también en esta conducta irresponsable del señor Ibarra, porque el Ejecutivo canario está para velar por el interés de todos los isleños..., aunque Gran Canaria no quiera.

la IDC (International Dockworkers Council)