La miseria se come a Canarias. ¿Y quién puede ser el responsable sino el presidente del Gobierno regional? ¿Quién sino Paulino Rivero, déspota y torpe político, está llevando el hambre a las familias de unas Islas a las que antes se conocía como afortunadas? Ayer publicábamos en este periódico que España tiene el mayor índice de miseria de toda la Unión Europea y Canarias el mayor de España. Lógico, pues seguimos siendo una colonia de España y de Europa. No somos ciudadanos libre y dueños de sus recursos, con capacidad para decidir por sí mismos lo que les conviene; somos indígenas colonizados por un país que está en otro continente e incluso por otros veintiséis países de ese continente. No somos canarios porque no nos permiten tener nuestra propia identidad, sino la de españoles y la de europeos ultraperiféricos. Y todo ello con el consentimiento, y aun con la colaboración, de un falso partido nacionalista como es Coalición Canaria, presidido, al igual que el Gobierno regional, por un incompetente político. ¿Qué le debe Canarias a Paulino Rivero? ¿Por qué gobierna en este Archipiélago el más inepto y mentecato político de todos los canarios? Pues porque Paulino Rivero es el más listo de todos los negritos de la colonia. Es hábil y ha sabido explotar la ingenuidad y la templanza de los demás negritos de la comunidad.

Cuenta Paulino Rivero para embaucar al pueblo con la interesada colaboración de un pájaro tatarita de Las Palmas que pensó, porque es tan necio como el amo al que sirve, que se podía divertir gratuitamente a costa de José Rodríguez, editor de EL DÍA y una de las personas más serias y honorables de Canarias. Después de sus infructuosos intentos de desacreditación, resulta que don José sigue siendo una persona honorable y respetada, mientras el tatarita vivirá con el estigma de no ser un hombre, aunque se vista como tal, porque el director de este periódico lo sacó del armario en el que escondía sus inclinaciones sin razón alguna para ello, pues ser gay no es motivo de vergüenza sino de orgullo. Lo inmoral y vergonzoso es ser un pájaro tatarita que se presta a las mayores inmoralidades políticas y de otra índole. Debe agradecernos este individuo faltón, varias veces denunciado y condenado por calumniar y difamar a personas decentes, que todavía no hayamos dicho su nombre en el periódico más leído de Canarias. Pero nos queda ese recurso de decir públicamente su nombre no con el fin de afrentarlo, pues se afrenta él mismo con sus deleznables actos, sino para que se sepa quién es cada cual.

No obstante, muchos canarios ya saben quién es debido a una intervención judicial promovida por él mismo, porque entre sus vicios está el no vivir de su trabajo sino a la sombra de sus allegados o, lo que es peor, denunciando a personas honestas, a las que él previamente ha insultado, para obtener cuantiosas indemnizaciones y, según sus propias palabras, pagar la hipoteca. Por cierto, nos han dicho personas próximas a él que ya no puede pagar ni la hipoteca -a la Seguridad Social y a Hacienda le debe cuantiosas sumas de dinero- porque el digital que edita no lo lee nadie. No nos extraña, porque a la gente decente le gusta trabajar y emplear su tiempo productivamente, en vez de perderlo leyendo diatribas redactadas en un pésimo lenguaje porque el tatarita, además de pájaro, es un ignorante y morirá como un ignorante, mientras que don José llegará al final de sus días como una persona digna.

Solo un necio político como Paulino Rivero puede cometer la torpeza de enfrentarse a EL DÍA y ponerse en manos de este individuo. Su compañía le acarreará al déspota político que nos gobierna tantas desgracias como las que le han caído encima a una magistrada de Las Palmas, que ha prevaricado influenciada por su compañía. "Espántame el daño que puede hacerte una mala amistad", decía Santa Teresa de Jesús y también lo decimos nosotros. Esa magistrada, a la que tampoco nombramos, terminará por perder su carrera si no se aparta del tatarita, de la misma forma que CC desaparecerá como partido si no se libera cuanto antes, políticamente hablando, de Paulino Rivero. Desaparecerá este partido de falsos nacionalistas -convertido en una mafia política- y desaparecerá Canarias sumida en la miseria si no nos libramos de este inservible político y del yugo colonial.