El profesor de Psicología Económica de la Universidad de Valencia Ismael Quintanilla elogió el sentido común de los españoles y su reacción ante la crisis económica en la que no se hace más que pedirles esfuerzos, y expresó su preocupación porque se diga que austeridad es vivir por debajo de lo necesario.

En una entrevista, el director de la Unidad de Investigación de Psicología Económica y del Consumidor de la Universidad de Valencia, indicó que en realidad a los españoles no se les pide que hagan esfuerzos sino que vivan de otra manera.

Ismael Quintanilla, que ofreció una conferencia organizada por el Colegio de Psicólogos de Santa Cruz de Tenerife, manifestó que hay una línea "muy peligrosa" en la actual situación de crisis y que no se puede pasar.

Y es que se puede pedir a la gente que sea austera, de manera que en lugar de quince días de vacaciones tome diez o que no ponga calefacción en todas las habitaciones, pero no se puede decir que austeridad es vivir por debajo de lo necesario, pues eso se llama pobreza, declaró Ismael Quintanilla.

Insistió en que cuando los ciudadanos viven por debajo de lo necesario son pobres y eso, agregó, está empezando a suceder en España.

De esa mala situación en parte a los españoles les salva el ser orgullosos, comentó Ismael Quintanilla, si bien reconoció que no tiene datos científicos rigurosos para hacer esa afirmación en un momento en el que la crisis, cree, acaba de comenzar en lo fuerte.

Cómo pueden ayudar

Durante la conferencia preguntó cómo los psicólogos pueden ayudar a las personas excluidas y a las que han caído en la pobreza, y cree que como profesionales poco pueden hacer salvo ayudar a mejorar la situación mentalmente pero como ciudadanos "todos tenemos que arrimar el hombro".

Ismael Quintanilla está dispuesto a arrimar al hombro y dijo que a la gente se le puede pedir que trabaje más pero, destacó, debe hacerlo en las mejores condiciones, porque trabajar más y en las peores condiciones lleva implícitos grandes problemas psicológicos, advirtió.

En cuanto a la llegada de la crisis económica Ismael Quintanilla consideró obvio que tenía que terminar un ciclo en el que la sociedad de consumo se había llevado al consumismo y en el que las decisiones estaban más basadas en la lógica del deseo, que es insaciable, que en la de la necesidad, que se puede saciar.

Afirmó que la sociedad de consumo es un logro por cuanto permite que la mayor parte de la gente pueda acceder a la mayor parte de los bienes de producción, pero el peligro está cuando se pasa al consumismo y las decisiones se basan en el deseo.

Ismael Quintanilla comentó que el trípode que ha precipitado el paso de una sociedad de consumo al consumismo lo forman la obsolescencia programada de los productos, generar líneas de crédito fácil para que circule el dinero y la publicidad orientada a que se compre lo máximo posible.

A juicio de Ismael Quintanilla, se estaba construyendo una sociedad planteada en exceso sobre el deseo y no en la felicidad, que es un estado de ánimo, una satisfacción interior.

Por otro lado, según un equipo de psicólogos de Sanitas, la crisis y las noticias negativas acerca del contexto económico generan estrés y ansiedad, y en estos momentos se han convertido en el principal motivo de las consultas al psicólogo, al que recurren más las mujeres que los hombres. Y es que ha aumentado el número de consultas relacionadas con situaciones de desempleo.