Una caja cargada de fotos y recuerdos es lo único que la ecuatoriana Rita Smith se llevará de España cuando regrese a su país, dejando atrás como otros muchos inmigrantes una hipoteca y muchos sueños rotos por la crisis.

"14 kilos es lo único que me vale de 12 años de vivir en España, todo el dinero se ha quedado en esa casa, invertido allí, y se lo quedó la financiera", cuenta entre sollozos Rita, de 48 años y que ya empezó a empaquetar sus cosas para un viaje que significa "romper las estructuras" de su vida.

"Toda mi vida reducida a una caja con fotos. Es lo único que me interesa llevar, lo demás no me interesa nada", agrega.

Rita se sumará a los cerca de 15.000 ecuatorianos que han retornado a su país en los últimos meses, según cifras del gobierno del país andino.

El viaje aún no tiene fecha porque Rita y su familia esperan finalizar las negociaciones con el banco para saldar una hipoteca que pagaron regularmente durante ocho años por un apartamento en Leganés, un barrio popular en las afueras de Madrid, que compraron con mucha ilusión y ahora los obliga a replantearse su vida.

Desde hace dos años la familia Smith enfrenta dificultades económicas. El marido de Rita, un electricista de 52 años, perdió su trabajo y cobra un subsidio de desempleo y ella ha tenido empleos temporales.

Situación desesperada

"La situación es de ingresos irregulares y la alternativa a la que nos acogemos como de auxilio, de socorro, pues es la de volver. Finalmente (Ecuador) es donde está nuestra tierra, nuestras raíces, nuestra familia", explica.

Rita trabaja temporalmente en una empresa de jardinería y cuando deje de recibir el salario la cuota de la hipoteca será mayor que sus ingresos.

"Mi planteamiento es que tenemos que cerrar esa cuenta con el banco, que se queden con todo si quieren, pero que no nos vuelvan a molestar más. Porque si dejamos la deuda abierta, a saber cómo repercutirá sobre mis hijos, ya vemos cómo nos han embaucado a todos nosotros", comenta.

La historia de Rita es similar a la de los miles de inmigrantes de países latinoamericanos que llegaron a España hace más de una década con la intención de quedarse, pero ahora afrontan los efectos de la crisis económica y deben buscar nuevas oportunidades en sus países o en otros destinos europeos.

La Coordinadora Nacional de Ecuatorianos en España (CNEE) estima que al menos 8.500 familias de esa nacionalidad han enfrentado problemas por hipotecas entre los años 2007 y 2010 solo en Madrid y que este problema ha impulsado a muchos a dejar España.

La presidenta de la organización, Aida Quinatoa, explicó que Ecuador no es el único destino al que parten sus compatriotas, sino también a otros países europeos como Italia, Alemania, Suiza, Inglaterra o Francia. Algunos con el objetivo de seguir manteniendo a sus familias en España.

"5.000 ecuatorianos se dice que han salido de España a otros países de Europa, y el resto está aquí sobreviviendo hasta arreglar los problemas hipotecarios", explica Quinatoa.

"Lo que dicen es que aquí ya no hay vida, no hay una esperanza, y deciden lanzarse a la aventura. Quien no tiene recursos para ir a otro país tiene como la última alternativa volver a Ecuador".

Rita, quien nació en Sangolquí, cuenta que fue muy difícil tomar la decisión de volver porque sus hijos -un chico de 24 años y una niña de 14- se han criado en España y el viaje significa un desarraigo para ellos.

"Volver me da más vergüenza que nada. Vergüenza por los 12 años invertidos aquí, que pude haberles sacado mejor provecho en mi propio país", explica Rita.

"El retorno no va a ser un retorno con bombos y platillos porque no nos vamos a llevar nada más que lo que mi hija necesite y mis fotos", agrega.