El municipio de Los Realejos dispone ya de un inventario de bienes inmuebles de la Villa, un trabajo encargado en noviembre de 2011, y elaborado por un equipo multidisciplinar, que representará el primer documento con el que cuente el ayuntamiento para catalogar las edificaciones, elementos etnográficos, esculturas y otros bienes que se localicen en la calle.

Este instrumento, que está conformado por 564 fichas de inmuebles diferentes, que rango de protección, será presentado la próxima semana, hace referencia en cada caso a la referencia catastral, datos arquitectónicos o su grado de protección, tanto cultural como ambiental.

El teniente de alcalde y concejal de Cultura, Adolfo González, señaló que este inventario será una nueva herramienta al servicio de la corporación municipal, a la hora de que los vecinos pretendan intervenir sobre dichos inmuebles, de manera que se pueda determinar la forma de proceder.

El documento consta de unas 600 páginas, un trabajo coordinado por el doctor en Historia del Arte y profesor de la Universidad de Las Palmas Sebastián Gutiérrez, en el que intervinieron trece personas en diferentes especialidades y pertenecientes a diferentes centros y colectivos.

González explicó que, una vez presentado el documento, "será sometido a información pública a partir de julio", pues señaló que es su intención "que los vecinos conozcan la realidad y naturaleza de sus viviendas, antes de someterlo a aprobación definitiva o incluirlo dentro del borrador del Plan General". El responsable del área indicó que una vez concluido este trabajo "no esperaba que se produjeran tantas fichas, porque no solo nos hemos limitado a las obras de interés cultural, sino al conjunto del municipio, catalogando inmuebles desde la costa hasta Icod del Alto". De hecho, la única documentación de la que se disponía hasta la actualidad, que consistía en un borrador de este catálogo, solo reflejaba 80 inmuebles, por ello, el concejal de Cultura mostró su satisfacción por el resultado del nuevo estudio.

A partir de este momento, el área de Urbanismo podrá utilizar como instrumento de trabajo este catálogo cuando se pretenda realizar cualquier tipo de obra en un inmueble antiguo, incluidos los espacios públicos, ya que se incluyen las plazas, iglesias o ermitas. De esta manera, en el documento se recoge qué tipo de actuaciones son posibles o recomendables en función del grado de protección.

El concejal indicó que las líneas de ayuda para particulares con inmuebles calificados como patrimonio, necesitan como condición indispensable que tengan un grado de protección, por lo que remarcó que "para acometer una rehabilitación, se debe contar previamente con un catálogo aprobado para acceder a las subvenciones, algo que ha afectado a habitantes de distintas zonas".

En este documento, la gran mayoría de viviendas catalogadas, en torno al 80 por ciento, son de titularidad privada, muchas de las cuales en perfecto estado, aunque hay un segmento con un alto grado de deterioro o destrucción.

Además, el concejal abogó por determinar las condiciones en las que se encuentra cada inmueble, puesto que muchos propietarios, por las condiciones de sus escrituras, no se quieren hacer cargo de una rehabilitación, en las que, en muchos casos, el ayuntamiento actúa de manera subsidiaria en caso de un incidente o derrumbe.

El concejal remarcó que el documento no solo pretende contar con un inventario del patrimonio inmobiliario, sino establecer su protección por medio de una normativa de manera que no ocurra en este municipio lo que ha venido pasando ahora, que se podía derribar un edificio antiguo sin control. Por ello, explicó que en el futuro se elaborará una ordenanza específica y una serie de recomendaciones en el PGO, donde se establezca lo que se puede y no se puede hacer.