El universo masónico primero fue perseguido por la Inquisición y luego prohibido por el franquismo. Hoy, a pesar de que ya no existen esas prohibiciones ni reticencias, el Templo Masónico de Santa Cruz de Tenerife permanece cerrado y deteriorándose por la carencia de financiación para acometer las obras necesarias.

Ayer la asociación TuSantaCruz organizó una visita al interior del edificio, en la que hubo que echarle mucha imaginación para pensar que en algún momento el edificio albergó una logia masónica. No quedan símbolos de la misma en el interior, ya que durante la época en la que fue utilizado por el Ejército aquellos se arrancaron. Tampoco queda rastro de los frescos que adornaban el Salón de Tenidas, donde se celebraban las sesiones, que resaltaban sobre un fondo rojo.

Lo que queda en dicho salón son las columnas (pero no los dinteles), una parte elevada al fondo a la que se accedía por tres escalones y el pavimento de mosaico.

En la entrada se acumula el escombro de varios de los elementos ornamentales arrancados por los militares, pero que se descubrieron guardados en el aljibe. Espera allí a poderse usar en la reconstrucción, algún día.

La visita también llevó a la Cámara de Reflexión, una gruta excavada donde los que querían formar parte de la logia tenían que pasar una noche de aislamiento, a oscuras, y luego eran recibidos en el Salón de Tenidas por el resto de masones.

Casi todas las puertas e incluso el techo de madera a dos aguas del Salón de Tenidas tienen muestras de que las termitas están devorándolos. Una pena teniendo en cuenta que la única inversión que se hizo en el edificio desde que el Ayuntamiento de Santa Cruz lo adquirió en 2001 fueron 75.000 euros para arreglar la techumbre.

La visita de ayer se complementó con una conferencia ofrecida por el catedrático Manuel de Paz sobre "Los orígenes de la masonería en Canarias".

De Paz explicó que los inicios simbólicos de la masonería en las Islas se remontan a 1738, cuando se inicia el primer proceso inquisitorial contra un masón en Tenerife. Se trataba de un hombre de negocios que se hizo masón en Boston y que en Gran Canaria fue juzgado y pasó dos años en prisión.

También detalló que los orígenes reales de la masonería se establecen a partir de 1816, con la fundación en Santa Cruz de Tenerife de los Comendadores del Teide. De Paz expuso que el gran desarrollo de la masonería se produce a partir de 1870 y que dura hasta la Guerra Civil.