La parcela de suelo situada en el barrio residencial de La Rosa y propiedad de un particular, en la que ha intervenido la administración local para retirar más de un centenar de perros recogidos en la misma de forma irregular, era usada por el propio ayuntamiento de El Paso hasta hace apenas un año para llevar a los animales abandonados que se encontraban en el municipio.

Una portavoz familiar de la propiedad de la "perrera" intervenida por la autoridad local para el traslado de animales, su posterior identificación y entrega a una protectora, aclaró a EL DÍA que la parcela de 9.300 metros cuadrados acogía perros llevados por los propios trabajadores del consistorio hasta finalizar la pasada legislatura.

Al respecto, entiende que "no era una situación irregular porque no existía ordenanza municipal hasta hace poco. Es más, el ayuntamiento tiene informes de veterinarios que dicen que ni se vendían perros ni era un criadero, estando bien atendidos los animales".

En cuanto a las denuncias vecinales, concretó que "es cierto que había quejas en la zona, pero contra varios lugares en donde había perros, aunque solo se ha actuado contra esta finca que hacía de perrera municipal".

Desde la familia se defiende la buena voluntad del propietario (en situación de hospitalización) y su intención de ayudar a los animales con una actividad absolutamente altruista.