Tal día como hoy, hace 39 años (1973), nació en Madrid Ignacio Yáñez Cidad. Nacho Yáñez pasará a la historia del baloncesto tinerfeño por ser el único jugador en lograr el ascenso a la ACB con dos equipos de esta Isla. Con unos añitos menos lo hizo formando parte del Tenerife Unelco, bajo la dirección de Paco García, y en la temporada 11/12 lo hizo con el Iberostar Socas Canarias, dirigido por Alejandro Martínez. En una y otra situación con rendimientos dignos de los mayores elogios, evidenciando que cuando un deportista ejerce de tal dentro y fuera de la cancha, los años que indique el DNI son pura anécdota.

Pero el vínculo de este madrileño que ya no se quiere ir de Tenerife, su segunda casa, es más profundo y anecdótico. Nacho convive con la jugadora Natacha Rodríguez Arteaga, hija de dos personas del basket: Rubén Rodríguez, base del Náutico y del CB Canarias, y Miriam Arteaga, jugadora del Pureza de María y posteriormente de otros equipos séniors. Pues bien, su suegro, Rubén, también logró en la campaña 82/83 el ascenso con el CB Canarias a la División de Honor, formando pareja de bases con el mítico Carmelo Cabrera y con Pablo Casado de entrenador.

La cosa no acaba aquí, ya que Natacha y Nacho serán papás este verano y, por lo que nos cuenta ella, vendrá con centímetros, lo que la llevará a seguir los pasos de sus abuelos maternos y sus padres.

¿Cómo se lleva lo de consumar su tercer ascenso a la ACB?

Pues muy bien, muy contento.

Una campaña para enmarcar, en la que usted ha vuelto a desempeñar un papel importante. La lesión de Levi Rost hizo que cambiara su papel en el grupo, dejando claro que tiene cuerda para rato. En el último choque en casa, el del ascenso, vivió el partido con sus compañeros de banquillo durante todo el primer tiempo, para tener un total protagonismo en el segundo, con esa serie de 4/5 desde el 6,75 y 2/2 desde el 4,60. ¿Estaba escrito en el guión?

Como cada jugador, siempre tratamos de hacerlo lo mejor posible. Me salieron bien las cosas y ya está. Me resultó muy emocionante en esos momentos que cinco mil personas corearan mi nombre, lo que agradezco de todo corazón.

Una curiosidad ¿por qué cuando mete un triple levanta su mano y señala a la grada contraria a la que se ubica Natacha?

(Se ríe). Intento en todo momento dedicárselo a la gente, señalo en general. Hay veces que me pilla delante de una peña y en otras estoy junto a la otra. Lo hago donde me gire más rápido porque hay que bajar a defender.

Ha militado en distintos clubes y ha tenido tiempo de vivir la cercanía del llamado jugador número 6 al equipo. ¿Tiene algo en especial la fiebre amarilla?

En cada club existe un sentimiento, creándose una estrecha comunicación equipo-afición. Y más en un club como el Canarias, con gente que lleva muchísimos años y que ha visto al equipo jugar en la máxima categoría en etapas que quedan lejos en el tiempo. Aquí hay muchísimas vivencias, muchísimo baloncesto y esto lo convierte en un club realmente especial.

¿Lo de lograr un ascenso con el Canarias, como también lo hizo su suegro Rubén Rodríguez es casualidad? Todo hace indicar que su hijo está llamado a vestir esta camiseta.

Ya veremos lo que decide él, pero seguro que conocerá la historia de sus ascendientes.

El verano pasado se pensó mucho su continuidad o no como jugador y no vea la temporada que está firmando. También hace sus pinitos como educador y entrena a un equipo de la base. Veo que su futuro está en Tenerife.

Sí, ya estoy afincado aquí y seguiré, lo tengo claro. También el Canarias va a ser mi último club como jugador y no voy a jugar en ningún otro sitio, algo que tenía prácticamente claro desde que vine. Lo que hay que ver es si el año que viene sigo como jugador o me dedico a otras labores, pero siempre en la Isla.

¿A quién le dedica este ascenso a la Liga ACB?

A toda la gente que sabe y se preocupa por mí. Sabes que siempre te acuerdas de personas cercanas, pero el domingo se lo dediqué a las cinco mil personas que fueron al Santiago Martín porque es muy bonito jugar ante mucha gente. Ojalá que el año que viene, si el equipo juega en la ACB, sea ante ambientes como el vivido el domingo.