"Mi personaje, Elton Thomas, es un auténtico friki del cine y de la televisión, igual que yo. Por eso, en la novela hay más de doscientas referencias a películas o series conocidas". Lo asegura el joven escritor Daniel Romero Armas (Las Palmas de Gran Canaria, 1977) en relación a su ópera prima, "Elton Thomas. Un detective de película", publicada a finales del año pasado por Editorial La Página. "Les estoy muy agradecido -asegura- porque ver mi obra en las librerías ha sido como cumplir un sueño que tenía desde que era niño".

¿Cómo y cuándo surge en usted la necesidad de escribir?

Acabé COU y mi intención era en ese momento estudiar Veterinaria, pero tuve que ponerme a trabajar por diversas circunstancias. Leía desde niño, ya que por fortuna nunca faltaron los libros en casa, pero la necesidad de escribir llegó mientras estaba en el Instituto. Fue a raíz de una redacción sobre "El camino", de Miguel Delibes. Empecé con relatos cortos y cuentos hasta llegar a elaborar esta primera novela.

Asegura cultivar un nuevo género literario: la novela negra de humor. Explíquese.

Quería, humildemente, unir la novela negra y policíaca con el humor porque ambos géneros literarios me encantan como lector. Escribí este libro en apenas tres meses, aunque tardé más o menos un año en publicarlo con las correcciones incluidas. Uno de los motivos de la tardanza fue que primero la concebí en tercera persona y luego cambié de idea para colocarme como narrador en la piel de un anciano que cuenta la historia de su vida desde la vejez. En la novela negra siempre hay un trasfondo oscuro y una crítica social. Esta última se mantiene en las andanzas de Elton Thomas, pero el marco no es tan oscuro, sino que lo que le ocurre está contado en un tono humorístico y en muchas ocasiones hasta divertido.

La novela se desarrolla en Santa Cruz y el personaje es tinerfeño. ¿Podría haber pasado en cualquier otro lugar del mundo?

Resido en Tenerife, concretamente en Santa Cruz, desde hace siete años por motivos profesionales y personales. Me siento tinerfeño de adopción y aunque la trama podría desarrollarse en cualquier sitio, quería que el personaje tuviera algún rasgo en común conmigo y que paseara por los mismos sitios que yo. Por eso, la acción transcurre en lugares cotidianos para mí como el parque García Sanabria, el primer escenario que aparece, la plaza de España, el entorno del Auditorio o Residencial Anaga, donde vivo. Aunque también hay una escapada hasta el municipio de Los Silos, en el Norte de la isla, que es el marco de un episodio importante de la historia.

Usted ha hecho varias incursiones en el microrrelato. ¿Cómo valora este género?

Todos los géneros tienen para mí su valor. En este caso concreto, el microrrelato no es muy popular en cuanto a número de lectores, pero tiene una dificultad añadida que lo hace grande: contar una historia en muy pocas palabras. En mi caso, el Gobierno de La Rioja seleccionó dos de mis microrrelatos para participar en el tercer certamen de literatura Hiperbreve y luego los publicó en el libro "Blanco, Rosado y Tinta".

¿Elton Thomas es "un detective de película"?

Está muy claro que así es. El protagonista se define como un friki del cine y la televisión. Todo lo relaciona con lo que pasa en las escenas de las películas o de sus series favoritas de la pequeña pantalla y por eso en la novela hay más de doscientas referencias directas a situaciones que tuvieron su origen en imágenes muy reconocibles del medio audiovisual.

¿El personaje tiene algo suyo?

Sin que se pueda hablar de tintes autobiográficos, Elton tiene que ver conmigo en la forma de ser, tanto en el humor como en la afición al cine. Me considero un friki como él en cuanto a ver y analizar películas, siempre en relación con los gustos que suele tener la gente considerada normal.

¿Elton Thomas tendrá más casos que resolver?

Espero y deseo que sí. De hecho, ya tiene uno más o menos a la mitad. En la primera novela cuento su biografía, cómo llegó a ser detective, y la resolución de su primer caso que, por cierto, va sobre la corrupción política.

¿Vivir de la literatura es más complicado en Canarias que en otros lugares?

Aspiro a poder vivir algún día de lo que escriba. No creo que sea más complicado aquí que en otros sitios. Es difícil en cualquier parte y más con la crisis porque las ventas han bajado muchísimo. Editoriales con una producción anual de entre diez y quince títulos han bajado a cuatro o cinco. Es un camino arduo para un autor novel y poco conocido porque no creo que Dan Brown tenga problemas para vender.

¿Cómo afronta esta época de crisis económica y de valores?

Mal, como creo que casi todos. Básicamente, porque se ven pocas o nulas soluciones. No me gustaría ser tan negativo, pero no me queda otra que expresarme así.

¿Algún nuevo proyecto en perspectiva?

Tengo distintas ideas y, como es habitual en mí, trabajo en varias cosas al mismo tiempo. Elton Thomas es una de mis prioridades pero también estoy acabando una novela sobre la historia de Tenerife en tiempos de la Conquista. Afronto ahora las correcciones y espero que alguna editorial se arriesgue y la publique.

¿Cuáles han sido sus referentes en el género de la novela negra?

Los maestros norteamericanos como Raymond Chandler o Dashiell Hammett. En el ámbito policíaco, también Agatha Christie y entre los autores más recientes gente como Douglas Preston o Lincoln Child. Los suecos, tan de moda desde hace unos años, no me agradan demasiado.