"(...) En Santa Cruz aparcando menudo follón...". Al son de "15 años tiene mi amor", así rezaba una estrofa del primer tema de Los Singuangos en la final de murgas santacrucera de 1988, que ganaron los de Duggi con su legendaria "Antología de La Cazuela". Veinticuatro años después, y con infinidad de estrofas de múltiples murgas en este tiempo con la misma queja, la situación ha cambiado poco en la capital tinerfeña e, incluso, las plazas han disminuido tras el Plan Urban. Eso hace que, más allá de los problemas para los vecinos, la convivencia entre estacionamientos y comercio no sea muy edificante.

Sin embargo, y pese a los planes del nuevo gobierno local y las previsiones del PGO que se aprobará en breve (con petición de suspensión de ámbitos incluida), lo peor es el escepticismo extendido entre las asociaciones comerciales de que realmente se cumpla el "voluntarismo político" ante los precedentes históricos y las promesas incumplidas desde hace décadas. Como coinciden la mayoría de asistentes al debate de EL DÍA, la hemeroteca y memoria colectiva desmontan cualquier posible optimismo en este ámbito.

El mejor resumen de esa impresión lo aporta el presidente de Fedeco, Luis De Miguel Bartolomé: "Lo que le escucho ahora al gobierno es fantástico, pero llevo escuchándoselo 25 años". Su lapidaria intervención final, que logró el asentimiento de otros representantes comerciales y hasta el reconocimiento de los políticos de que se sigue corriendo ese riesgo, cerró un debate que, no obstante, resultó bastante optimista.

A la cita acudieron el edil de Política Territorial, José Ángel Martín (PSOE); la concejal del PP Ana Zurita, arquitecta especializada en planificación; la gerente de la asociación comercial Zona Centro, Naira Tacoronte, y la presidenta de la entidad empresarial La Rosa, Mariola Martín, de la célebre vía del mismo nombre en El Toscal. Todos comparten que la situación actual de la ciudad respecto a la oferta de aparcamientos no solo se aleja mucho de lo ideal, sino que está perjudicando en exceso y desde hace demasiado tiempo al pequeño tejido empresarial, si bien siempre con matices y excepciones. También coinciden en que se han ido imponiendo las grandes superficies periféricas, con su amplísimo número de estacionamientos, y los centros comerciales de ciudad, supermercados y negocios de ese calibre con múltiples plazas en su edificio.

Escepticismo constructivo

Compartido el diagnóstico, el problema es la solución. Como hicieran el lunes el alcalde y el primer teniente de alcalde durante el anuncio de la aprobación del PGO, el concejal socialista subraya que el plan prevé pasar de los 6.000 aparcamientos actuales a un total de 24.000 en ocho años. Por supuesto, todos aplaudirían sin dudar que algo así se cumpla en ese plazo, pero lo dudan y optan más bien por el "veremos" o, como De Miguel, por un escepticismo constructivo y exigente.

Zurita recuerda que ésa siempre ha sido la previsión del PGO, por lo que aplaude su inminente aprobación, aunque aclara que resulta clave saber qué ciudad se quiere. Entre el modelo de centros comerciales y zonas abiertas, la edil prefiere el segundo "porque genera precisamente más ciudad. Lo malo es que se asocia a peatonalización y mucha gente no lo ve bien porque está acostumbrada a llegar con el coche casi hasta la puerta del comercio. Esto debe cambiar, aunque el dilema es saber qué se hace primero: si peatonalizar o crear aparcamientos. Santa Cruz no está mal dotada en la zona más céntrica, pero no en el resto de núcleos".

Naira Tacoronte (de Zona Centro) censura, sobre todo, la escasez de estacionamientos públicos en superficie. A su juicio, para el comercio resulta clave que haya oferta de plazas, pero siempre con accesibilidad, cercanía y sin congestiones de tráfico, "ya que la ciudad tiene mucha pendiente. Lo malo es que, ahora, estas circunstancias no se dan". A su juicio, el Plan Urban, la peatonalización y la vía diagonal embellecieron el municipio, "pero el problema es que no se han repuesto todas las plazas que eliminó ese plan".

La gerente de Zona Centro lamenta que, en el casco, "haya cinco párquines infrautilizados porque sus precios son muy altos, aunque, a veces, los comerciantes llegamos a acuerdos para rebajarlos un poco". Además, critica que el transporte público no contribuya lo que debería. "El tranvía es más caro que en ciudades como Madrid y Barcelona, mientras que el gran inconveniente de la guagua es el tiempo que se pierde. Se necesita un plan de acción para habilitar estacionamientos públicos cercanos, estudiar la opción de los aparcamientos en altura, como en otras ciudades, y que se hagan isletas como la que se prevé en la vía litoral, tal y como había antes en el puerto, lo que desahogaba mucho".

La Rosa como ejemplo

En coherencia con su procedencia, pero también con perspectiva global, Mariola Martín usa la calle La Rosa como referente de lo que está ocurriendo. Aunque es partidaria de eliminar la fila derecha de los estacionamientos de esa vía para ampliar las aceras y potenciar las pymes, censura que no haya dinero para desarrollar el Plan Urban de esta parte, "que es la columna central de Santa Cruz". "Necesitamos que puedan pasar los minusválidos y dos personas por la misma acera, que haya zonas de carga y descarga y que siga habiendo tráfico".

"No queremos ir en contra de los vecinos -subraya- y sí hablar con los responsables de los parquin para rebajar los precios. Por ejemplo, hemos acordado con uno que los comerciantes paguen 80 céntimos a la hora. En esto, las administraciones también pueden contribuir con acuerdos. Sin embargo, en esta calle hay gente que aparca durante 3 semanas o un mes, muchos que van a trabajar en la zona y hasta se da un fenómeno de compraventa de vehículos".

En su opinión, se han de aprovechar también los solares vacíos "y convertidos en focos de infecciones" para habilitar aparcamientos y apostar por edificios "de hasta 7 plantas de estacionamientos que tienen otras ciudades europeas, donde suele aparcarse también en las afueras. Sé que el consistorio no tiene un duro, pero nadie lo tiene. Habría que ir a la UE e intentar hacer esto a corto plazo", señala.

De Miguel coincide con sus compañeras de faenas y hasta con Zurita, pero sentencia que "el problema surge cuando el Plan Urban elimina 5.000 plazas y solo se crean 3.000 bajo tierra. Luego llegan las grandes superficies en el extrarradio y los centros comerciales y, por lógica de mercado, ocurre lo que ocurre para el pequeño comercio, porque existe la sensación de que es mucho más fácil comprar en esos sitios". De todos modos, desde su primera intervención ya anticipa su pesar por lo que se ha anunciado y no se ha hecho desde hace mucho tiempo. "Lo de los aparcamientos en altura ya se lo oímos muchas veces a Zerolo, que decía que se debía aprobar el PGO".

A diferencia de lo que luego anunció el edil José Ángel Martín, el presidente de Fepeco sostuvo que el "consistorio nunca va a tener los párquines, pero sí puede lograr rebajas de precios. De todos modos -matizó-, se habla del casco, pero ¿qué ocurre en Rambla Pulido o de la plaza Weyler para arriba? Toda esa parte se está muriendo. En General Mola, por ejemplo, todos los comercios han cerrado. Se esperaba otra cosa, pero el tranvía no ha sido bueno para Rambla Pulido. En su día, planteamos hacer aparcamientos en la plaza de Duggi, pero los vecinos se opusieron. También en la Plaza de Toros, en solares... pero tampoco". A su juicio, se ha de estudiar la vuelta a la zona azul y, sobre todo, plantearse hacer aparcamientos en donde menos hay. "Se debe hacer algo de forma inmediata, pues suben los impuestos, baja el consumo y existe mucho miedo entre los que podemos consumir".

Soluciones del gobierno

El concejal de Política Territorial acepta el panorama esbozado por los demás, pero recuerda que se parte de un problema de base y añadido: "Los 120.000 vehículos que entran cada día en la ciudad. La gente que trabaja y aparca hace que haya plazas sin rotación durante 8 horas. Además, no ha habido un plan estratégico para aprovechar bien la red de transporte público de tranvía y guaguas, que no generan movilidad si no se facilita el traslado a distintos puntos. El fracaso del intercanmbiador es que no es ni gratuito ni atractivo. Carecemos de red de aparcamiento en superficie y los edificios de barrios como Ofra o La Salud tampoco tienen garajes. Está claro que Santa Cruz se construyó mal. Además, existe el problema de la gestión de los 11 párquines que surgen por concesiones administrativas, pero cuyos pliegos eran demasiado flexibles y favorables a los empresarios, lo que dificulta una buena política de precios para hacerlos atractivos".

Partiendo de estos reconocimientos, Martín anuncia que el PGO prevé, en dos cuatrienios y en el eje del tranvía, un total de 2.100 nuevas plazas de aparcamiento, entre residenciales y rotatorias. En el cinturón Suroeste, también habrá 1.400 más, otras 1.887 en el cinturón Rambla, 750 en Zona Centro, 180 en El Toscal, 950 en el área del estadio y Tomé Cano, 2.800 en Cabo Llanos y Parque Marítimo, 2.220 en el puerto, 1.650 en la Residencia y el Hospital, 1.250 en Las Teresitas, 1.200 en Anaga y 1.707 en La Salud-Ofra. Estos nuevos estacionamientos, unidos a los 6.000 existentes y los que están en ejecución, suman esos 24.000 que el gobierno y el resto de participantes creen que cambiarían por completo la situación. Otra cosa, por supuesto, es si la hemeroteca y el futuro también triturarán estas intenciones y plazos, sobre todo teniendo en cuenta la sempiterna y honda crisis económica.

Futura sociedad mixta

Si las previsiones del PGO gustan a los comerciantes, tampoco se recibió mal el anuncio de Martín de que el gobierno apuesta por crear una sociedad mixta público privada, aunque con mayoría accionarial del consistorio, para que entren en ella las 11 concesiones actuales y las que se creen en el futuro con el objetivo de que haya control público y se desarrolle un "modelo de buenas prácticas que impida que un parquin se niegue a negociar con comerciantes porque ya tiene el negocio asegurado, tal y como ocurre ahora, o que no haya precios para residentes. Los aparcamientos han de ser un servicio público", remarca.

Mientras Zurita cree arriesgado hablar de dos cuatrienios y las otras dos entidades valoran lo previsto, De Miguel recuerda que "esto lo escucho desde hace 25 años".

JUAN ANTONIO MEDINA Y ÁLVARO MORALES Fotos: MARÍA PISACA

Recuperar la tradición del paseo

Con el asentimiento de los presentes, José Ángel Martín aludió a una clave sociocultural e histórica que explica mucho de lo que ha ocurrido con los aparcamientos y las pymes en múltiples ciudades. "Ha habido un cambio en la cultura del español, que antes paseaba mucho y que ahora ha optado por la cultura anglosajona de estar en centros comerciales en los que te encuentras con casi todo. Hay que recuperar la cultura del paseo. Es verdad que no resulta muy cómodo caminar por muchas vías, y la calle La Rosa es aquí un paradigma, pero eso es precisamente lo que hemos de cambiar. En La Rosa se crea un muro invisible desde CajaCanarias que divide la ciudad. La gente no quiere entrar en esa calle porque no es atractiva ni hay homogeneidad en la cartelería. Para eso, estamos cambiando muchas ordenanzas, pues se ha de coser la ciudad". Zurita comparte su visión, pero recalca que la planificación del PGO, aunque primordial, es muy teórica y solo un modelo a seguir. "Se debe tener en cuenta que los barrios tienen su idiosincracia. Por eso, hay que echarle imaginación. El Toscal es, en sí, un área de aparcamiento, pues estacionan allí unos 1.500 trabajadores cada día. Lo que se baraja para la calle La Rosa se contemplaba desde hace tiempo en el plan especial. Actuar ahí resulta perentorio, pero no se debe esperar a 2013. Se ha de acudir a la UE a buscar ayudas y eliminar los aparcamientos de forma paulatina". Naira Tacoronte cree muy interesante la sociedad mixta y las previsiones del PGO, pero recuerda que, en busca de esa cultura del paseo, "cinco párquines hacen ahora lo que quieren por estar en zonas estratégicas y chantajean a la ciudad porque tienen el negocio asegurado". Martín responde que el PGO es "teoría, pero también norma, aparte de que su importancia no solo radica en planificar, sino en cómo gestionar lo planificado. Estamos en la parte embrionaria, pero llevaremos a cabo esa sociedad mixta y ese protocolo de buenas prácticas", para lo que cree muy oportuno que se organicen foros de expertos que contribuyan a la elaboración de los futuros pliegos de las concesiones. Eso sí, tiene claro que debe haber precios para colectivos especiales, residentes y demás. Y como en el resto del debate, también en esta parte De Miguel recurre a su experiencia y recuerda que "a Zerolo le propuse un gran parquin en la plaza de La Candelaria y nada. Me consta la voluntad de Bermúdez y Julio Pérez, pero hay que hacer cosas ya. Por ejemplo, que se oferte una guagua gratis desde el intercambiador para poder acceder hasta el centro de la ciudad".