Dentro de poco se cumplirá año y medio desde el momento en el que se presentaron los proyectos radiofónicos al concurso de licencias de radio FM en Canarias. Hasta el día en el que se escriben estas líneas, la casa aún está por hacer y no se ha resuelto el concurso. Obviamente, aquellas ofertas se realizaron teniendo en cuenta el horizonte temporal dentro del que había de resolverse el concurso según la previsión de la Ley Audiovisual, seis meses. El gobierno amplió por dos veces ese plazo; en una primera ocasión por el máximo que la ley le permite, que es la mitad del plazo, tres meses; y la segunda vez, fuera de toda previsión legal, por un mes. Los plazos y sus prórrogas se fueron con el viento. Eso hasta el día de la fecha.

Ni la carta a los Reyes Magos en que los gestores del concurso consintieron que el mismo se tornara, por muy realista que fuera puede sostener -en las condiciones actuales- los proyectos radiofónicos que pretendían. No es extraño que a medida que pasa el tiempo menos gente quiera oír hablar de la dichosa adjudicación. Los propios adjudicatarios, los primeros.

Superada y celebrada la "sorpresa" inicial, de producirse las adjudicaciones hoy, pasado un año y medio desde que se presentaron los proyectos empresariales, irremediablemente se verían obligados a cumplir lo prometido en sus ofertas. Promesas que si ya entonces eran de dudosa realización hoy son absolutamente un espejismo. Si antes se podía discutir la proyección de ingresos publicitarios que se hacía entonces; hoy aquellas proyecciones no pueden sostener la viabilidad de los proyectos y difícilmente su adjudicación. Un ejemplo: según el "índice i2p" que elaboran Arce Media y Media Hotline, el medio radio ha facturado en publicidad un 5,4% menos que en el año 2011. Según el citado índice, para 2012 se prevé un descenso de la inversión en publicidad de un 5,8%, un cálculo realizado con una previsión de decrecimiento del PIB del 0,5%. Con la última estimación del FMI, que pronostica una caída del PIB del 1,7% en España, la debacle publicitaria será mayor; de hecho los datos de los dos primeros meses de este año revelan en los medios convencionales un descenso en la facturación publicitaria de entre el 15 y el 20%. Pues bien, alguno de los proyectos agraciados, por ejemplo en Santa Cruz, tenían previsto un incremento anual aproximado en la facturación por publicidad del 9%. Es decir, solo en los dos primeros ejercicios tendrán un déficit acumulado de aproximadamente un 20%. Todos estos datos, al menos los correspondientes a 2011, ya eran conocidos en el momento de evaluarse la viabilidad económica de los proyectos. No obstante, se ignoraron. En resumidas cuentas, se sumiría en el abismo a sus promotores, antaño solventes empresarios y hoy, como gran parte de las empresas, supervivientes a duras penas. Es lógico que algunos de ellos ya hayan renunciado al premio. Otros quizás habrán pensado mantener el envite con la esperanza de que, con el tiempo, se haga la vista gorda y puedan incumplir las condiciones de la licencia. El que ya se hayan producido movimientos para vender su premio por parte de algún afortunado es revelador de esta conciencia de impunidad.

Postdata para los amantes de las trasparencia: otra vez la Administración ha remitido a la Sala de lo Contencioso el expediente del concurso de FM incompleto, ocultando el detalle de la evaluación realizada para cada uno de los proyectos, impidiendo verificar en vía judicial. Lo dicho, entre lo invisible y lo trasparente.

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