Aunque cada vez menor, la resistencia a contabilizar la experiencia como docente de Religión en las oposiciones a la enseñanza sigue presente en algunos tribunales. Una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias ha obligado a la Consejería de Educación a subir la nota que obtuvo una profesora de las Islas desde los 6,9 puntos hasta los 8,6, un incremento debido, precisamente, a la puntuación correspondiente a la labor desempeñada como enseñante de Religión en centros públicos de Tenerife.

El fallo fue dictado el pasado mes de noviembre por la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJC, y ahora es ejecutado por la Administración educativa, que así lo ha anunciado en el Boletín Oficial de Canarias (BOC). La trabajadora, representada por el sindicato ANPE, interpuso en su momento un recurso contra la baremación realizada por el tribunal de las oposiciones al cuerpo de maestros en 2009.

La recurrente concurrió a las pruebas en la especialidad de Educación Infantil y superó las fases de oposición y concurso con una puntuación de 6,9. Su demanda se fundamentaba en que no se le valoró su ejercicio como profesora de Religión, que desempeñó entre los cursos 1989-1999 y 2008-2009, y durante un total de diez años y medio, en dos colegios públicos: el Chiguergue, en Guía de Isora, y el Adeje.

Asimismo, la sentencia supone para la Administración regional la obligación de modificar la resolución de septiembre de 2009 que ordenaba las listas de aspirantes seleccionados en las pruebas selectivas.

El sindicato ANPE ha reconocido que las reticencias a valorar la experiencia en Religión se producen con mucha menor frecuencia. Además de este caso, otros docentes han alcanzado acuerdos extrajudiciales con la Consejería de Educación por parte de los tribunales.