EN NUESTRO comentario de ayer utilizamos muchos calificativos para definir a Paulino Rivero como político (nunca como persona) y todos eran muy adecuados. Sin embargo, a esos calificativos peyorativos, porque él no merece ni uno que sea elogioso con su labor de gobierno, nos faltó el de ruin. Paulino Rivero es un político ruin con su pueblo, ruin con las empresas, ruin con sus semejantes, ruin con los niños, con los mendigos, con los estudiantes, con los enfermos y ruin, en general, con Canarias. Un ruin políticamente hablando que no se baja del helicóptero porque es el hijo de la gangochera, lo cual considera que le da suficiente mérito. Y efectivamente se lo da. Tiene mérito el que un analfabeto político, hijo de una gangochera muy honrada, muy meritoria, haya llegado tan alto. Es meritorio que una mujer del pueblo haya parido a semejante criatura para desgracia de la política canaria y de todo el pueblo isleño.

¿Cómo llegó este hombre al lugar en que está? ¿De qué manera? Pues, siendo maniobrero. Ni Stalin en sus peores tiempos de déspota fue tan ruin como Paulino Rivero. Es muy difícil encontrar en todo el mundo a otro político que haya abusado hasta tales extremos de las prerrogativas que le otorga el cargo, tanto en beneficio propio como en el de sus amiguetes y allegados. Y mientras tanto, el pueblo pasando hambre. Sabemos que las personas hambrientas son muchas más de las que se ponen a diario en las colas de los comedores sociales. Muchos canarios prefieren ocultar su miseria por vergüenza y no se dejan ver, aunque eso no significa que no lo estén pasando muy mal.

Cunde el hambre, la miseria, la emigración, la desesperanza y hasta la muerte en las colas de los hospitales porque los inútiles políticos que forman el Gobierno regional, presidido por el más inútil -además de ruin- de todos, no saben administrar los recursos que tenemos. Ni siquiera han sido capaces de exigir un calendario, una hoja de ruta, para el proceso que conduzca a Canarias a su libertad. Se les va la fuerza por la boca. Ahora dicen que España no podrá realizar las prospecciones petrolíferas sin el debido permiso del Gobierno de Canarias. No nos haga usted reír, señor portavoz del Gobierno. No trate de embaucar a los ciudadanos con las patrañas con las que el señor Rivero lo engaña a usted. Ya intentó hacer lo mismo, hace algún tiempo, con José Rodríguez a cuenta de los 25.000 millones de euros que le prometió Zapatero y de la Ley de Aguas en cestas, en la que se ampara ahora este político necio y ruin para exigir que nos oigan en el asunto de las prospecciones. Claro que España no podrá perforar ni un centímetro, pero no porque no lo autorice Canarias sino Marruecos, que es el auténtico propietario de esos recursos mientras Canarias no sea una nación soberana y se establezca la mediana entre ambos países, el nuestro y el marroquí, de acuerdo con las leyes marítimas internacionales.

Hoy más que nunca estamos necesitados de que nos gobierne una cabeza pensante; de que se haga cargo de este Archipiélago una persona honrada. Todo ello dicho desde el punto de vista político y nunca, lo repetimos, desde el personal. Por eso no descansaremos, ya lo habrá observado el lector, hasta que CC deje de mantener a un ruin político y se deshaga de él. Es imprescindible que desaparezca del panorama político un gobernante que ha desgraciado a unas islas antes afortunadas y hoy desdichadas. Pronto no nos diferenciaremos de los países más pobres de África. Con él también debe desaparecer su esposa, tan culpable como él; una goda política, para colmo, que viene a mandar sobre los indígenas de Canarias. Empezando por los vecinos de El Sauzal, que están hasta la coronilla de ellos.

Esta pareja de políticos al estilo rumano solo la defiende a estas alturas algún que otro godo de la prensa, en clara afinidad, y un pájaro tatarita de Las Palmas que, avergonzado indebidamente de su condición de homosexual, ocultaba sus inclinaciones en el fondo de un armario. Un individuo que no se esperaba la reacción de José Rodríguez ante sus continuos insultos. Ese individuo le debe cuantiosas cantidades al Fisco y a la Seguridad Social. ¿A qué espera el Gobierno del PP para darle un topetazo de oficio y cerrarle el digital desde el que sigue insultando a personas decentes? Y lo mismo podemos decir de otro canal de televisión, igualmente moroso con las cuentas públicas, pero muy protegido por la esposa del señor Rivero; por la caudilla Mena.