Ser vecino de Valleseco implica prescindir de numerosos servicios. Así lo aseguraron ayer algunos residentes en el escarpado barrio, que han visto con tristeza cómo echa el cierre el único supermercado de la zona.

El establecimiento, situado en la calle Juan Silvestre, abrió por última vez el pasado jueves 26 de enero, y ayer varios operarios desalojaban del local las cámaras frigoríficas y demás mobiliario.

No es el único local que ha echado el cierre este mes. Luis Febles, presidente de la asociación de vecinos Siglo XXI, aseguró que el bar Oasis, que estaba a la entrada del barrio, también echó el candado.

Según Juan Díaz Cabrera, presidente de la Asociación de la Tercera Edad de Valleseco, en el barrio residen un total de 5.890 personas, de las que más de 700 tienen más de 65 años.

El censo del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, a fecha 1 de enero de 2010, especifica que la cifra de residentes solo asciende a 2.479.

De cualquier forma, la cifra de vecinos es similar o incluso mayor a la de algunos municipios del Norte de la Isla, que sí cuentan con este tipo de servicios.

Los vecinos consultados desconocen las razones del cierre, pero aseguran que el supermercado tenía ventas.

No obstante, Eugenia Ramos, residente en el barrio, explica que el supermercado "empezó despachando carne y tenía montones de cosas" pero que, con el paso del tiempo, "fue quitando" servicios y productos. De esta forma, otra vecina, Julia Herrera, detalla que cuando quería comprar embutido recién cortado iba al supermercado del Muelle Norte.

Posibles razones

Juan Díaz, sin embargo, no cree que tuvieran tantas ventas y que la falta de ingresos puede haber motivado el cierre.

No obstante, en el barrio también hay rumores sobre que el cierre de este supermercado forma parte de un paquete más amplio de cierre de locales de la misma cadena en diferentes barrios de Santa Cruz de Tenerife.

Este periódico trató de ponerse en contacto con la dirección de estos supermercados durante el día de ayer sin éxito.

Los residentes que tienen vehículo se desplazan a los grandes centros comerciales o a otros supermercados para hacer la compra, pero muchos de los que viven en Valleseco son personas mayores que veían en el supermercado la única alternativa económica a las clásicas ventas.

Luis Febles se queja de que en el barrio no hay "ni carnicería, ni pescadería, ni dulcería, ni panadería". De hecho, explica que los comercios que quedan abiertos por ahora son cuatro "ventitas", una "pequeña hamburguesería", una ferretería, una peluquería y dos bares frente al campo de fútbol.

Además, también cuentan con una farmacia y una oficina de CajaCanarias.

"El barrio está muy abandonado", se queja Febles, que reclama "bonificaciones" para los comercios que quieran abrir sus puertas en Valleseco o en el distrito de Anaga.

No da para cubrir

En el mismo sentido, Julia considera que a los comercios que tengan que pagar alquiler no "les da" para cubrir los gastos corrientes y el sueldo de los empleados. "Mi prima tenía un estanco y lo cerró", añade.

Todos los vecinos consultados quisieron subrayar la amabilidad y simpatía de los trabajadores que les atendían en el supermercado ahora cerrado.

"Hace falta que abran cosas", opina Juan Díaz, que se lamenta de que la cercana asociación de mayores ya no va a poder comprar los jugos y dulces que ofrecían a los asistentes. Comenta que tendrán que desplazarse en coche a otros supermercados, porque los precios de la mayoría de las ventas son demasiado elevados para el bolsillo de los vecinos.

Además, también hace hincapié en esos mayores que viven en la parte más alta del barrio (calle 16, calle 14 y calle 15) o en La Cardonera, que son los más afectados por la falta de un servicio básico para la población como es un supermercado.

A esta carencia de comercios que ofrezcan servicios a los vecinos se unen "los problemas con el transporte" público para salir y entrar del barrio, asegura el presidente de la asociación de vecinos Siglo XXI. Ninguna guagua de Titsa entra por las empinadas calles de Valleseco.