Empresarios, comerciantes y vecinos de Taganana criticaron ayer el incumplimiento por parte del ayuntamiento de las fechas de terminación de las obras de saneamiento y pluviales que tienen el pueblo "patas arriba" desde el pasado mes de junio, siete meses en los que los residentes han sufrido "un auténtico infierno en sus casas" y los comercios y empresarios un caos auténtico traducido en que han tenido entre un 40% y un 50% menos de ingresos, "la ruina para algunos de nosotros", dijeron parte de los afectados ubicados en la carretera de Taganana y de la playa.

Lo cierto es que el pasado 14 de noviembre la corporación local anunció que las obras de Taganana estarían terminadas el día 18 de diciembre, un mes y unos días más tarde. Pero nada más lejos de la realidad. Casi un mes después las actuaciones no han terminado, aunque bien es verdad que continúan ejecutándose.

Según declaran parte de los afectados, los problemas han crecido con el paso de los meses y acusan al ayuntamiento de "esconderse" tras cumplirse la fecha prometida del 18 de diciembre. En este sentido aseguran que en reiteradas ocasiones se ha intentado hablar con el ayuntamiento con el objetivo de expresar sus quejas tanto con el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, como con el concejal de Obras y Servicios y el de Distrito, Dámaso Arteaga y Fernando Ballesteros, respectivamente. "Al final, nunca han devuelto las llamadas".

Uno de los más afectados por las actuaciones de pluviales en el pueblo es el regente del Bar Restaurante El Puente, José Álamo, quien no escondió su indignación porque "las obras están arruinando a todo el pueblo de Taganana. Sabemos que las obras son necesarias y estamos de acuerdo con ellas, pero lo que no se puede hacer es que incumplan sus propios plazos y que eso nos perjudique, desde vecinos hasta comerciantes y empresarios. Si las contratas les engañan que actúen sobre la marcha y si no es así que no se escondan como han hecho durante estos veinte días de incumplimiento con el casco del pueblo, la carretera y con la playa".

Señaló que en la actualidad está pagando 700 euros al mes "y llevo tres meses sin poder cumplir porque las obras están en la puerta del restaurante desde hace 7 meses. Estoy pagando luz y su recibo es de unos 600 euros. No pido que paguen la luz, pero que por lo menos nos indemnicen con los meses de alquiler por unas obras que nos han arruinado por completo porque ya nadie para".

En ese sentido se manifestaron otros propietarios o regentes de locales abiertos al público en el entorno de la playa, aunque prefirieron no dar nombres a la denuncia "porque luego toman represalias contra nosotros. Estamos cansados porque el turista cuando ve lo que están haciendo en la carretera no se atreven a bajar. Estamos en un situación angustiosa si continúan el ritmo de las obras de esta manera".

Según sus cálculos, y siempre dejando al margen la crisis económica, "las obras han supuesto que nuestros ingresos hayan bajado entre un 40% y un 50%. Puede preguntar en las otras casas para que vea que no le mentimos", dijo airado otro de los afectados.

Por su parte, los vecinos del casco no entienden qué ha pasado para que se de un plazo tan específico "y que al final no se cumpla. Hemos estados con las calles cortadas, algunos durmiendo fuera para evitar que nos encierren y todavía las cosas siguen así".

Señalaron que una vez que vuelva a salir la denuncia se afanarán para dar explicaciones.