SIGUEN llamándonos lectores y simpatizantes de la línea editorial de EL DÍA asombrados por el tratamiento que estamos recibiendo en los juzgados y también por los descalificativos que continuamos soportando del director de un digital de Las Palmas. Un fulano que se ha permitido descalificar, igualmente, al director de otro periódico de la tercera isla, y que ha sido condenado por ello. ¿Quién coño se cree que es este hombre para ir por ahí insultando a quien le parece o le viene en gana? ¿Qué valores posee este personaje para que le permitan lo que le permiten? ¿No es hora de que intervenga seriamente el Tribunal Superior de Justicia de Canarias para poner fin a estas irregularidades? Un personaje que pretende sacar partido de su convivencia con una juez; circunstancia que a nosotros nos da igual mientras no se conculque la legalidad. Pero al parecer sí se ha conculcado como lo pone de manifiesto la queja presentada contra esta magistrada por el PP y que, según la portavoz de esta formación política en el Parlamento de Canarias, Australia Navarro, fue archivada por la comisión disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial sin pararse a desmentir las sospechas de complicidad de la jueza en la elaboración de la denuncia presentada en su día por el caso Salmón. Australia Navarro dijo en febrero de este año que tal archivo fue puramente procedimental al entender que la actuación que motivó la queja había prescrito, por lo que ni siquiera se debatió el fondo de la cuestión, con lo cual el órgano de gobierno de los jueces no atendió ni una sola de la veintena de alegaciones que la propia juez presentó a la denuncia alegando que se trataba de una persecución política y un ataque a su independencia judicial. Se extrañó en su momento el PP, como lo hacemos hoy en esta casa por las sentencias tan duras que estamos recibiendo, de que la denuncia del caso Salmón apareciese en un ordenador personal de la magistrada.

Como se puede apreciar, no somos los únicos perseguidos. De todas formas, el pueblo se ha dado cuenta de las injusticias que se están cometiendo en Canarias. Injusticias jurídicas y políticas. Tenemos fundadas razones para pensar que en estas Islas algunos jueces y magistrados, no todos, están aplicando una justicia parcial y alguien dice que hasta sospechosa. Las penas pedidas por una fiscal de Las Palmas contra el editor de EL DÍA superan a las solicitadas en su día por un tribunal de Nueva York para el anterior dirigente del Fondo Monetario Internacional, Strauss-Kahn, cuando fue acusado de violación. Superan incluso a las solicitadas contra muchos etarras y es probable que hayan sido mayores a las que en su momento se pidan contra Iñaki Urdangarin. Esa saña de la fiscal no se concibe en el caso de un periódico que solo ha cometido el "delito" de ser patriótico, honrado, decente y descubrir, para bien del Archipiélago y sus habitantes, las inmoralidades y las indecencias que han cometido en esta tierra tanto los españoles que la colonizan como los españolistas que los ayudan a que Canarias siga siendo una colonia.

Nos duelen las injusticias que se cometen con nosotros y con todo el pueblo canario. Por eso, entre otras razones ya conocidas, pedimos la libertad; la independencia de estas Islas. Queremos contar con nuestro propio Estado para tener también una justicia canaria acorde con nuestras propias leyes y nuestra propia idiosincrasia, en vez de una justicia española que se rige por leyes que nos han impuesto a la fuerza y mantenida antes por el temor a la Santa Inquisición y ahora también por el temor a la Justicia. Casi diecisiete millones de pesetas nos piden -lo decíamos en nuestro comentario del sábado- por denunciar en nuestros editoriales, con palabras políticamente correctas, eufemísticas y sin citar a nadie, situaciones inadmisibles. Qué persecución; qué saña. La gente está asombrada. No solo en la calle, sino también en los círculos jurídicos.

Por otra parte, nos preguntamos de qué fondos sale el dinero para proteger a los dos periódicos que ha adoptado el matrimonio rumano de Canarias: uno en Las Palmas y otro en Tenerife. Publicaciones en las que los entrevistan a placer para que carguen sus iras contra EL DÍA. Decimos esto porque nuestra empresa está al corriente en el pago de los impuestos y no aceptamos que nuestro dinero se emplee en subvencionar a una pretendida competencia, ya que el número de lectores de esos medios es mínimo en comparación con EL DÍA.

¿Cuándo concluirán estos desmanes? Indudablemente cuando alcancemos nuestra libertad; nuestra independencia. Cuando Canarias sea una nación con Estado y esté gobernada por auténticos políticos, no por magos torpes y necios metidos a políticos.