El futuro presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha propuesto un "redimensionamiento" del sector público y del personal a su servicio, mediante la "reestructuración y supresión de organismos públicos, agencias y otras entidades públicas", y la congelación de la oferta pública de empleo.

Durante el discurso de investidura, Rajoy ha indicado que su Gobierno "llevará a cero" la tasa de reposición del personal del sector público en el ámbito de la oferta pública de empleo, excepto en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y los servicios públicos básicos.

Además anunció que su Ejecutivo va a abrir un "proceso de simplificación" del sector público empresarial y fundacional del Estado con el objetivo de reducir sensiblemente este tipo de entidades.

Asimismo llevará a cabo una reducción de los gastos de funcionamiento de la Administración mediante el recorte de los gastos corrientes de la Administración General del Estado, la gestión integral del patrimonio inmobiliario y de los alquileres, del recurso a centrales de compras, "incluso entre Administraciones Públicas de diferente ámbito, para conseguir mejores precios y la racionalización de los medios personales y materiales a disposición de la Administración", explicó.

LA LEY DE ESTABILIDAD, LA PRIMERA

El futuro presidente del Gobierno subrayó que la primera gran ley de política del Gobierno será la Ley de Estabilidad Presupuesta, que se presentará en enero y que desarrollará la reforma constitucional recientemente aprobada, en la que se incorporaron límites de gasto y endeudamiento vinculantes para todas las Administraciones Públicas.

Rajoy explicó que en esta ley "el Gobierno asumirá todos los compromisos de España con la Unión Europea" con el objetivo de que esta norma sea "la guía de la elaboración" de los Presupuestos Generales del Estado para 2012.

TOPE DEL DÉFICIT DEL 0,4% DESDE 2020

Así, detalló que de acuerdo con los principios básicos pactados con el PSOE, la ley establecerá los criterios para la reducción progresiva del nivel de deuda hasta el 60% en 2020.

Para lograr ese objetivo, Rajoy consideró obligado tomar medidas desde el Presupuesto de 2012 y anunció que se fijará en un 0,4% el déficit estructural global máximo del conjunto de las administraciones públicas a partir de 2020.

Además, se regulará la distribución de los límites de déficit y de deuda entre las distintas administraciones públicas, así como la responsabilidad de cada administración pública en caso de incumplimiento de los objetivos de estabilidad presupuestaria.

"En esta política de contención de gasto a la que los compromisos de estabilidad nos obliga, entendemos que el mayor esfuerzo no puede recaer en los ciudadanos, sino que tiene que provenir de las Administraciones Públicas. Tanto a largo plazo, como con carácter inmediato", declaró Rajoy en su discurso.

El futuro presidente del Gobierno avanzó que junto a todas estas medidas que permitirán reducir costes y mejorar el funcionamiento de la administración, a lo largo de la legislatura se abordará "una profunda reforma administrativa que permita eliminar ineficiencias, solapamientos y duplicidades entre Administraciones Públicas".