Quirós tuvo que decirles a sus futbolistas en el descanso algo así como que si se rendían con 2-0 en contra, la goleada podía ser de escándalo. Y lo cierto es que le funcionó esa dosis de atrevimiento que les inyectó a sus pupilos, ya que no solo evitaron la derrota sino que acariciaron el triunfo.

"El partido se nos puso muy complicado, parecía mentira que fuéramos perdiendo por dos goles en el descanso porque, francamente, estaba para 0-0", comentó a modo de introducción el técnico del Marino. "No obstante, sabíamos que si bajábamos los brazos nos podían caer cinco y , afortunadamente, el equipo adelantó veinte metros la primera línea de presión y nos hicimos con el control del juego, marcamos un gol, el Tenerife se vino abajo y logramos el empate", añadió sin dejar de reconocer que "al final también pasamos nuestros apuros, pero el resultado es merecido por lo sucedido".

Quirós no se marchó del Heliodoro con la sensación de haberse enfrentado a un rival que no está capacitado para luchar por el ascenso, aunque apuntó que para el Tenerife "lo ideal sería terminar primero". Sin el ánimo de "dar lecciones" a Antonio Calderón, señaló que "en esta segunda vuelta lo importante es que el equipo coja aire y confianza para llegar a los diez últimos partidos de Liga a tope, porque ahí es donde se van a decidir las eliminatorias".

El que fuera futbolista del Oviedo, Zaragoza y Burgos opinó que el Tenerife "es un equipo con buenos jugadores, aunque es posible que en casa le esté faltando confianza". En particular, señaló que en el partido de ayer "parecía que iba a mantener la ventaja de dos goles, pero tras el primer tanto del Marino y por ver que el rival tenía la posesión del balón, dio la impresión de que estaba ahogado".