Buena parte del Norte de Tenerife volvió a llenarse en la jornada de ayer de ruido y tradición. Municipios como Icod de los Vinos, Puerto de la Cruz, Los Realejos, La Orotava, San Juan de la Rambla o Garachico, entre otros, celebraron ayer la víspera de San Andrés con castañas, vino nuevo y dos ruidosas tradiciones callejeras: correr el cacharro y arrastrar las tablas.

Niños y jóvenes fueron de nuevo los grandes protagonistas del mantenimiento de una tradición vinculada a la apertura de las bodegas para estrenar el vino nuevo. Desde por la mañana, muchos colegios alteraron sus horarios habituales para hacer un hueco a las castañas y los cacharros.

Durante la tarde y la noche, el ruido de los cacharros tomó calles del Puerto de la Cruz, La Orotava, Los Realejos o Garachico. Por la vía pública se volvieron a ver cacharros de todo volumen: desde grupos arrastrando grandes enseres metálicos, como lavadoras, a niños muy pequeños corriendo con una lata atada con una verga.

En Icod de los Vinos apenas se corren cacharros y la fiesta se centra en el espectacular arrastre de las tablas, que también se practica a menor escala en La Guancha o Garachico. Las empinadas calles icodenses de El Plano, San Antonio, Hércules, Los Franceses, El Salto, El Sol, Los Coches o San Andrés volvieron a convertirse ayer, y volverán a convertirse hoy, en rampas de deslizamiento para tablas de todo tipo y tamaño.