El quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) y otras especies necrófagas recibirán por real decreto alimentación natural y compatible con sus necesidades ecológicas para garantizar su amenazada supervivencia.

Estos animales, que se alimentan en muladares o comedores vallados, contarán ahora con zonas de protección designadas por las comunidades autónomas en explotaciones ganaderas o cinegéticas no sometidas a aprovechamiento intensivo.

A las carroñeras no les faltaría cadáveres de ganado y se garantizará cuidados sanitarios y análisis sobre encefalopatías espongiformes transmisibles (EET), como la denominada "enfermedad de las vacas locas".

La decisión se comunicó hoy tras el Consejo de Ministros y por solicitud del Ministerio de Medio Rural y Medio Ambiente (MARM).

Esta medida pone en marcha las "Directrices técnicas para la gestión de la alimentación de las especies necrófagas en España", aprobadas el pasado 13 de julio por la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente y respalda el reglamento de la Unión Europea sobre subproductos animales no destinados a consumo humano.

La fundación de defensa de las aves SEO/BirdLife, la primera en calificar esta decisión, valoró su importancia en la conservación de las aves carroñeras.

SEO/BirdLife destaca además, en un comunicado, que la nueva normativa permitirá a los colectivos de ganaderos con explotaciones en régimen extensivo reducir costes de producción, eliminando gastos de recogida y procesamiento de cadáveres, cuyo traslado y enterramiento corre a su cargo.