El presupuesto previsto por la Consejería de Educación, Universidades y Sostenibilidad del Gobierno de Canarias ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de las dos universidades canarias, que se sienten "atacadas" por el Ejecutivo y que advierten de que "de no modificarse las cuentas, se tendrán que paralizar las obras que ya están en marcha, aparcar las ya previstas y limitar todo tipo de servicios, incluso el pago a los proveedores, para garantizar los servicios básicos".

Así de rotundos se mostraron ayer los rectores de ambas universidades canarias, Eduardo Doménech y José Regidor, que recordaron que los fondos para las instituciones que dirigen "se han recortado en los tres últimos años de forma consecutiva hasta superar los 30 millones de euros, a lo que aún habría que sumar la deuda de este año, que desconocemos", explicó el gerente de la Universidad de La Laguna (ULL), Justo Artiles.

Por su parte, el rector de la ULL, Eduardo Doménech, confirmó que esperan que se introduzca "una enmienda en los presupuestos que dé seguridad jurídica y aclare la situación", añadiendo que "de no ser así, se baraja la posibilidad de presentar una demanda, como ya han hecho otras universidades", aunque deseó "no tener que llegar a este tipo de acciones".

"Somos conscientes de que la crisis es para todo el mundo, pero nuestra oferta es plurianual y depende de la disponibilidad económica y esta es necesaria para continuar", agregó Doménech, antes de detallar que con los fondos previstos por la Consejería para 2012 "se hará lo posible para que el recorte no repercuta a la formación y la investigación, pero ello conllevará la paralización de las facultades de Bellas Artes e Informática y no se iniciarán las obras de la facultad de Educación o de un nuevo aulario en Guajara".

En la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) la situación puede llegar a ser si cabe peor, puesto que su rector, José Regidor, aseguró que "se verán afectadas la nueva facultad de Humanidades, actualmente masificada y cuya obra ya ha sido licitada y adjudicada; el nuevo pabellón de Ingeniería de Telecomunicaciones y las obras pendientes de adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), además de tener que limitar servicios como la apertura de bibliotecas, las aulas 24 horas e, incluso, el pago a los proveedores".

En lo que sí coincidieron ambos dirigentes es en que "se descarta tener que prescindir de personal", puesto que, aunque muy justos, los fondos permiten mantener la plantilla".

Además, recordaron que "justo ahora que hay menos fondos, es cuando más alumnos hay", puesto que en los últimos años los estudiantes no solo han decidido continuar por más tiempo sus estudios ante la escasa oferta laboral, sino que muchas personas que habían abandonado su formación académica la han retomado. En cualquier caso, la subida de tasas "tampoco es una solución que estemos barajando", concluyeron.