En España se estima que unas 250.000 parejas se someten a un tratamiento de técnicas de reproducción asistida para poder tener hijos pero, de estos, se estima que casi la mitad (40%) lo abandonan después de un primer intento, según el director médico del Grupo IVI, Antonio Requena, quien también codirige el centro IVI de Madrid.

Además, y según reconoció, el problema es que la tasa de abandono de estas parejas tras un primer tratamiento "cada vez va subiendo más" y duplica los datos de 2005, cuando solo desistían menos de un 20 por ciento de las parejas.

"Cada vez hay más parejas que después de un tratamiento abandonan, y esto es una pena porque son parejas que no van a poder darse esa segunda oportunidad para poder conseguir un embarazo", asegura Requena.

Métodos más eficaces

De hecho, el avance en el desarrollo de nuevas técnicas ha permitido alcanzar unas tasas de natalidad del 40 por ciento en el caso de fecundación "in vitro" y 50 por ciento en donación de ovocitos, que "son similares en el primer, segundo y tercer tratamiento".

El motivo de este abandono está, por un lado en el "gran estrés" que provoca en la pareja. De hecho, hasta un 30 por ciento presenta problemas de ansiedad que hacen necesario "más apoyo de las unidades de Psicología".

"La esterilidad provoca a las parejas mucha ansiedad ¿voy a conseguir embarazarme? ¿Voy a poder tener un hijo? Son algunas de las preguntas que se hacen al iniciar el tratamiento", como reconoce este experto, que avanza que "si no se ha conseguido el embarazo, es muy difícil volver a tener ánimos para hacerlo de nuevo".

Pero además, precisa Requena, el otro motivo que está haciendo que aumenten las tasas de abandono es el económico, ya que "hoy día, después de un primer tratamiento, poder planteárselo o ahorrar para un segundo tratamiento les está costando más que antes. La crisis económica en esto también se nota".

El coste de un tratamiento de inseminación artificial oscila entre los 800 y 1.000 euros, mientras que la fecundación ''in vitro'' asciende a entre 4.000 y 5.000 euros por tratamiento "dependiendo de la complejidad de cada caso".

Por ello, tanto la industria como los propios centros que ofrecen estos tratamientos están haciendo "esfuerzos" para que estas parejas puedan continuar con ellos.