El especialista y responsable de la Unidad de Rehabilitación Cardiaca del Hospital Insular de Gran Canaria, Guillermo Miranda, señaló en el marco del Congreso de la Sociedad Canaria de Medicina Física y Rehabilitación (SOCARMEF), que se ha celebrado en Gran Canaria, que se han tenido que adaptar a las circunstancias socioeconómicas de sus pacientes.

Miranda subrayó que se han tenido que adaptar a la situación de los pacientes para lograr que estos completen los programas de rehabilitación, añadiendo que el número de abandonos entre los pacientes sometidos a rehabilitación cardiaca se debe a la crisis económica.

"Al menos un 25 por ciento de los afectados de un infarto agudo y que accede al programa de rehabilitación, puede abandonarlo por miedo a perder su empleo", subrayó.

Por ello, la Unidad ha reducido el programa de ocho a cinco semanas, decisión que se toma después de que los pacientes "hicieran llegar su preocupación al respecto, dado que deseaban incorporarse cuanto antes al trabajo por miedo a ser despedidos".

La media de edad de los pacientes es de 50 años, siendo mayoritariamente hombres, que en "muchas" ocasiones son quienes mantienen a toda la familia, "de ahí su fobia a poner en riesgo su empleo".

El Hospital Insular de Gran Canaria es pionero en este tipo de programa para los pacientes con cardiopatía isquémica.

En las Islas también existen este tipo de Unidades en el Hospital Universitario de Canarias y en el Doctor Negrín. Sin embargo, estas últimas son de reciente creación, mientras que el Insular lleva ya una década rehabilitando a personas que han sufrido un infarto.

Tal y como advierte Miranda, "no hay que olvidar que las cardiopatías son la principal causa de muerte en nuestro país y tan solo un 5% de los pacientes accede a un programa de rehabilitación cardíaca, mientras que en el norte de Europa lo hace la mitad". Por ello, abogó por desarrollar aún más esta faceta recuperadora y de potenciarla en otras comunidades.