La Unidad de Rehabilitación Cardiaca del Hospital Insular de Las Palmas de Gran Canaria ha reducido su programa de ocho semanas a cinco al constatar que al menos un 30 % de los afectados de un infarto agudo lo abandona por miedo a perder su empleo o por carecer de recursos.

Así lo ha informado hoy el responsable de la unidad, Guillermo Miranda, quien ha subrayado la importancia de estos programas porque reducen en un 30 % la mortalidad de estos pacientes, con motivo del XVIII Congreso de la Sociedad Canaria de Medicina Física y Rehabilitación que se celebra en el sur de Gran Canaria hasta mañana y reúne a más de cien especialistas.

Miranda ha indicado que la media de edad de los pacientes sometidos a rehabilitación se sitúa en los 50 años, la gran mayoría son varones y mantienen a sus familias, por lo que sienten un gran miedo a perder el empleo, así como que muchos rechazan el programa por no disponer de dinero para costear sus desplazamientos, como consecuencia de la crisis.

La unidad, ante esta situación que ha expuesto hoy en el Congreso, ha reducido la duración el programa, de manera que ahora es "más intenso y más corto", según ha señalado Miranda, quien ha subrayado que la "evidencia científica de sus beneficios es aplastante".

Los pacientes en el periodo inicial son "muy susceptibles" a recibir ayudas externas y pueden cambiar su estilo de vida por uno más saludable, y además se les ayuda a perder el miedo a hacer ejercicio físico y se les explica la importancia de los fármacos.

La unidad que dirige, que lleva diez años funcionando, atiende a 80 afectados de infarto agudo al año y cubre la demanda que se genera en el centro hospitalario que, según Miranda, ha detectado un descenso en el número de fumadores, pero un aumento en los obsesos y en la asistencia de mujeres, que ahora alcanzan el 20 por ciento de los pacientes atendidos.

Según un comunicado de la organización del congreso, el Hospital Insular de Gran Canaria es pionero en este tipo de programa para los pacientes con cardiopatía isquémica.

En Canarias existen otras unidades en el Hospital Universitario de Canarias, en Tenerife, y en el Doctor Negrín, en Gran Canaria, pero son de reciente creación.

Las cardiopatías son la principal causa de muerte en España y tan solo un 5 % de los pacientes accede a un programa de rehabilitación cardíaca, mientras que en el norte de Europa lo hace la mitad, por lo que Miranda ha abogado por desarrollar aún más esta faceta recuperadora y potenciarla en otras comunidades autónomas, pues solo hay 40 en todo el territorio nacional.

El doctor Miranda ha explicado además que la rehabilitación completa de un paciente con una cardiopatía es beneficiosa para la sociedad, porque se incorporará antes a su empleo.

Según los datos que maneja sobre reinserción laboral, el 40 por ciento de los pacientes vuelve a trabajar en los tres primeros meses, el 48 por ciento entre los tres y seis meses, y el 12 por ciento restante tarda más de medio año.

El perfil de estos pacientes responde a hombres de mediana edad, fumadores, que nunca habían visitado a un médico y con una dieta alta en grasas.

Según Miranda, el 40 % de las personas que acuden al programa son obesos y el 44,1 % padece sobrepeso.

Las mujeres apenas acuden a este programa, porque "piensan que no pueden mejorar su estado físico y sobre todo por problemas de índole social, al tener una carga de trabajo excesiva", aunque en los últimos años ha cambiado esta actitud.