Especialistas del Hospital del Vall d''Hebrón se convirtieron en el primer equipo del mundo en operar, con una nueva técnica basada en parches de colágeno y elastina, a un feto de 24 semanas con espina bífida que hizo posible el nacimiento del bebé sin las graves secuelas de la enfermedad.

El mielomeningocele, más conocido como espina bífida, es una malformación congénita que afecta al cierre de la columna vertebral y la médula espinal, que hace que el liquido amniótico esté en contacto con el sistema nervioso, lo que provoca su deterioro y genera alteraciones del aparato locomotor, urinario, hidrocefalia y otros síntomas.

La intervención, explicaron los doctores Ampar Cuxart, Elena Carreras, José Luis Peiró y Cesar García Fontecha, miembros del equipo, consistió en abrir el útero como si fuera una cesárea, a media gestación, para poder acceder a la espalda del feto y corregir la malformación aislando con el parche y un posterior sellado la médula del líquido amniótico.

El embarazo de Esther, como se llama el bebé, se prolongó después de la operación durante diez semanas más, hasta que el 22 de mayo llegó al mundo mediante cesárea, según explicó la doctora Ampar Cuxart, coordinadora de la Unidad de Espina Bífida del centro.

Este equipo ya había realizado dos intervenciones con estos parches en Italia, en donde las mujeres, a diferencia de lo que ocurre en España, no pueden interrumpir el embarazo. Hasta entonces el equipo había perfeccionado este procedimiento en ovejas y conejos, con muy buenos resultados.

El tratamiento clásico del mielomeningocele consiste en el cierre del defecto nada más nacer, pero entonces el daño ya está hecho porque los nervios ya se han deteriorado y no funcionan.