Uno de los parques públicos más bellos y con mayor riqueza botánica de la Isla también tiene sus secretos oscuros o, cuanto menos, con cierto riesgo y peligro. El García Sanabria, referente santacrucero en honor al célebre alcalde, con su reloj de flores, sus "gordas" escultóricas, sus grandes dimensiones, múltiples pasillos y enorme potencial para el sosiego y la reflexión, posee dos plantas tóxicas que, ingeridas en demasía o, sobre todo, por niños, puedan dar algún susto inesperado y desagradable.

Se trata de dos adelfas muy habituales en diversas zonas públicas o privadas, cuyas características convendría tener presente antes de ingerir sus flores, hojas o tallos si no se quiere sufrir vómitos, náuseas, diarreas y hasta ritmo cardíaco lento.

El profesor Santiago Nogué, del Hospital Clinic, de Barcelona, participó el pasado sábado en las XV Jornadas Nacionales de Toxicología Clínica, celebradas en el hotel Taburiente, situado justo al lado del parque, con una conferencia centrada, precisamente, en estas dos plantas de uno de los enclaves más entrañables y queridos por los ciudadanos de la capital y del resto de la Isla.

Antes de su ponencia, Nogué paseó por el parque junto a EL DÍA y detalló las consecuencias de ingerir la denominada "Nerium oleander", una adelfa de flor blanca y hoja alargada, muy presente en múltiples parques públicos de canarias áreas mediterráneas. Según recalca, y al igual que la "Thevetia peruriana" (adelfa de flor amarilla y similares características), si los niños, sobre todo, la ingieren se arriesgan a sufrir cuadros digestivos con vómitos, náuseas y diarreas que, incluso, pueden afectar también al ritmo cardíaco por su toxicidad, algo muy habitual en otras plantas.

Nogué aclara que no existen protocolos, normativas o manuales en España que desaconsejen que estas variedades de adelfas sean plantas en recintos públicos. De hecho, y según subraya, las hay en muchos recintos de Barcelona y en otras muchas ciudades y pueblos. No obstante, advierte de que "el riesgo existe" y, por eso, conviene tener presente sus formas y características, sobre todo porque los niños suelen llevarse muchas plantas a la boca y, además, en este caso las flores son atractivamente olorosas, con un toque suave y agradable. Aunque en españa no se han registrado aún casos graves, Nogué sí señala que los ha habido en otros países.

Las citadas jornadas fueron organizadas por la Fundación Española de Toxicología Clínica.