La juez instructora del denominado caso Las Teresitas, Carla Bellini, sigue con su goteo de desimputaciones por supuesto cohecho (recibir sobornos) y, tras las de los exediles socialistas Emilio Fresco y José Luis Martín, notificadas el pasado jueves, el viernes le llegó el turno al exalcalde de Santa Cruz por ATI-CC y portavoz del PP en 2001, José Emilio García Gómez, y al entonces responsable de Urbanismo, Manuel Parejo (CC).

Se trata de piezas separadas de la densa y prolongada investigación de un caso que ha derramado maremotos de tinta desde 2001 y que ha vivido momentos tan culminantes como la sentencia de 2007 del Tribunal Supremo que anuló la operación de compraventa del frente de playa por Inversiones Las Teresitas y el ayuntamiento por un valor total de 52 millones de euros.

Ante la imposibilidad de contactar con Manuel Parejo en la mañana de ayer, García Gómez sí trasladó a este periódico la alegría que el exconcejal le había mostrado ayer mismo al encontrarse ambos en Santa Cruz e informarle al exalcalde de que también le había sido notificado el sobreseimiento de su causa por posible cohecho, si bien se le mantiene, como a los otros tres, la acusación por prevaricación y malversación de fondos públicos.

García Gómez, sin embargo, señaló ayer a EL DÍA que la noticia le alegra, pero que también le queda un sabor "agridulce porque todo ha quedado un poco extraño. Te llevas una alegría por lo del cohecho, pero se queda sin resolver la prevaricación y la malversación de fondos, algo que no tiene sentido en mi caso porque ya me dirán cómo puede malversar o prevaricar un concejal de la oposición". Eso sí, lo que le sugieren las últimas decisiones de la fiscal, María Farnés, instando a la jueza a desimputar a diversas personas del delito de cohecho, es que "la causa pierde peso y ni siquiera sé si hay motivos de nulidad". Además, asegura que también hay dudas sobre qué pasará con el aforamiento del exalcalde Miguel Zerolo por su condición de senador, con lo que la causa deberá ser remitida al Tribunal Supremo.

Emilio Fresco recalcó ayer a este periódico que, en adelante, no quiere perder "ni un minuto de mi vida pensando en las personas que me han hecho el daño que he sufrido en estos años, que han quedado retratadas, por cierto". "Yo no debía estar en esa causa; lo único que hice fue votar a favor de algo que tenía todos los informes favorables. Eso es precisamente lo que más me ha extrañado siempre: que el Supremo anulase la compraventa y, sin embargo, todos los informes de los técnicos fueran a favor. De todos modos, qué podría hacer yo para malversar fondos o prevaricar si era un edil de la oposición. Espero que todos salgan bien. Lo que no haré nunca es dudar de la presunción de inocencia de los demás".

Pese a todo, asegura que se fue del PSOE para no perjudicarlo, "pues le estoy muy agradecido al partido", y que le han invitado a volver, algo que se está pensando.

José Luis Martín se ratificó ayer en lo que ya dijo cuando le imputaron: "que esa acusación me tranquilizaba porque así podía defenderme y demostrar lo que ahora se ha confirmado". De todos modos, admite que lo ha pasado muy mal y que, de saber lo que iba a sufrir, "que la playa la salve otro", aunque insiste en que, de tener la misma información que entonces, "haría lo mismo".

Martín recalca que no le tiene rencor a nadie, "pues hace más daño al que lo acepta", y si bien sí se acuerda de "Santiago Pérez y sus chicos", asegura que les han mirado debajo de la cama "a mí y hasta a mi madre y mis hijos" y que le han cambiado la vida.