MIGUEL Aranguren nos acaba de volver a sorprender con su última novela, "El arca de la isla" -La Esfera de los Libros-, una novela, un viaje, una aventura. Las ilustraciones que figuran al comienzo de cada capítulo son obra del propio autor. Es de esas novelas que fascinan a los que somos apasionados de la literatura y de la aventura: nos introducimos en su lectura el fin de semana y ya no podemos dejarla hasta el final.

Mario es un adolescente adoptado por un matrimonio muy original, ya que su padre se dedica a la transformación de coches de lujo en piezas de museo. Su sosegada vida de adolescente cambia para siempre desde la noche en la que recibe una llamada de la policía. Sus padres han fallecido en un accidente de tráfico. Sin embargo, un testigo asegura haber visto algo extraño: una sombra monstruosa caída del cielo que determinará el comienzo de una aventura trepidante. No cabe duda de que, a partir de entonces, el lector comienza a preguntarse qué pueden tener en común un adolescente, una isla en mitad del océano, una estrambótica herencia, un exoficial soviético embarcado en un inquietante proyecto y un célebre cazador que recorre África con el único empeño de borrar sus propias huellas. Sin embargo, el lector irá descubriendo por qué brillan con una luz desconcertante sus personajes, de quienes es mejor no adelantar nada.

Cuenta varias historias a la vez, a lo que responde el autor en una entrevista realizada por los editores de su novela: "Se puede decir que el hilo conductor lo lleva un adolescente que se ve metido de repente en un jaleo terrible. Su tesis de fondo es novelar lo que le ocurre al hombre de nuestro tiempo que no pone freno a su capacidad científica. Es decir, ¿existen límites éticos para la ciencia? ¿Sí o no? ¿Qué ocurre cúando existen esos límites y no se respetan?". Aranguren es un escritor valiente, se enfrenta a los límites morales de la industria biotecnológica mediante una intriga mágica e inteligente en la que utiliza, con excelente habilidad, todos los recursos del género de aventuras e intriga.

El autor, en este libro, hace gala, una vez más, de su versatilidad y talento narrativo, trata de sorprender al lector o jugar con él y, a la vez, consigue mantenerlo intrigado hasta el final: presenta un personaje y una trama -como, en cierto modo, ha ensayado en "La sangre del pelícano"- que incitan a querer saber, qué va a suceder, y muestra, de manera inesperada, otro lugar con otros personajes, que, si en principio dan la sensación de que no tienen nada en común con los primeros capítulos, hacen vibrar la narración y que al final todo confluya. En esta obra ha logrado combinar "momentos evocadores no exentos de humor junto a verdaderas pesadillas, porque El arca de la isla reúne la intensidad de la novela negra, la epopeya de los grandes libros de viajes, guiños al relato romántico y un drama de tintes épicos".

Como ya he reseñado en esta columna, a comienzo del pasado verano, cuando sugería cuatro novelas suyas para disfrutar en vacaciones, "Desde un tren africano", "Aquel verano", "Los guardianes del agua" y "La sangre del pelícano", a las que hay añadir "La hija del ministro", para citar las más conocidas y por las que personalmente tengo singular predilección, de las once que tiene publicadas. Miguel Aranguren (1970) es uno de los novelistas contemporáneos que ha publicado a la más temprana edad (su primer libro apareció cuando acababa de cumplir diecinueve años) y uno de los articulistas más incipientes del periodismo español (firmó su primera columna de opinión a los veintitrés). Asimismo, ha publicado y publica infinidad de artículos de opinión en diversos diarios y revistas de actualidad. Desde 2004 dirige el ambicioso proyecto Excelencia Literaria, con el que pretende entusiasmar a los jóvenes españoles con el deleite de descubrir en la escritura creativa un medio para contagiar valores a la sociedad, a través de la publicación de sus textos en medios de comunicación más punteros.

En conclusión, el mensaje de todos sus libros, a pesar de la variedad temática, busca el compromiso del lector en la mejora de su mundo interior y como consecuencia de su entorno. Está muy felizmente casado y es padre de cuatro hijos. "La familia es la mejor de mis novelas", le he oído afirmar.

y profesor emérito del CEOFT

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