Las matemáticas sirven tanto para ahorrar energía como ordenar el tráfico de las ciudades y para planificar los horarios de los aeropuertos, lo que ocurre es que en ocasiones no se sabe fomentar en la sociedad su estudio y aplicaciones, ha dicho a Efe el matemático Juan José Espino.

Este licenciado en Matemáticas por la Universidad de La Laguna (ULL), que en la actualidad es profesor en el IES Islas Canarias de la capital grancanaria, pone como ejemplo del uso de las matemáticas para ahorrar combustible el trabajo que ha realizado en una pequeña empresa dedicada al reparto de productos congelados en Tenerife.

El trabajo lo llevó a cabo con motivo del máster en Matemáticas Aplicadas que realizó en la Universidad de La Laguna, donde hace el doctorado en el grupo de investigación Optimización en Redes del Departamento de Estadística, Investigación Operativa y Computación, y con él demostró que la empresa podía ahorrar entre el 25 y el 30 por ciento de combustible en sus desplazamientos.

Para ello, el problema se plantea matemáticamente utilizando el principio de modelización propio de la investigación operativa y se aplica el algoritmo más adecuado a la situación de decisión.

Juan José Espino explica que un algoritmo no es más que un conjunto de pasos sucesivos, bien definidos y deterministas, donde se empieza en un estado inicial y se acaba en uno final.

De este modo comenta que el algoritmo que utilizó en esa empresa de Tenerife es genético, lo cual quiere decir que está basado en el proceso genético que se produce en la evolución de los organismos vivos.

En el caso de la empresa en la que trabajó durante seis meses para demostrar que se podía ahorrar combustible, Juan José Espino detalla que para hacer la planificación del reparto se parte de varias posibilidades, cada una de las cuales tiene un costo de carburante asociado, para luego comparar las posibles soluciones e intercambiar la información de cada posibilidad. De esta forma se obtienen nuevas planificaciones más eficientes desde el punto de vista energético.

Esto, apunta, consiste en un algoritmo genético, por cuanto simula lo que ocurre cuando los cromosomas que contienen los genes se cruzan y sufren mutaciones, consiguiéndose hijos mejor adaptados al medio.

Para realizar estas operaciones, que se pueden contabilizar por millones, Juan José Espino diseñó un programa informático que tiene la capacidad de elaborar planificaciones de horarios y rutinas de reparto que optimizan "enormemente" el gasto de combustible, asegura.

El problema surgió cuando la empresa, al ser familiar e irle bien, no vio la necesidad de afrontar algunos cambios en su organización.

Juan José Espino reconoce que las matemáticas, debido a su carácter eminentemente abstracto, han tenido siempre la dificultad de ofrecer y explicar a la sociedad las capacidades que posee como disciplina para resolver los problemas reales que ésta demanda.

No obstante, el científico ha querido dejar constancia por medio de este trabajo de cómo las matemáticas pueden ser muy útiles al fomentar el ahorro energético y mejorar la productividad.